Este viernes al mediodía, la mujer que fue acusada de matar a su ex de un ladrillazo fue condenada a 10 años de prisión efectiva y, de esta manera, se sumó al listado de sanjuaninas homicidas de sus parejas, penadas por la justicia.
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SUSCRIBITEEste viernes al mediodía, la mujer que fue acusada de matar a su ex de un ladrillazo fue condenada a 10 años de prisión efectiva y, de esta manera, se sumó al listado de sanjuaninas homicidas de sus parejas, penadas por la justicia.
Gabriela Macarena Núñez fue sentenciada por el homicidio de Gonzalo Martínez, quien fuera su pareja y padre de sus hijos. El hecho ocurrió el 2 de octubre del año pasado, en el interior del Lote Hogar 12, en Pocito, cuando protagonizaron una discusión y la joven madre le lanzó un ladrillazo por la espalda. Como consecuencia del golpe en su cabeza, el impacto le quitó la vida.
La reciente sentenciada se sumó al listado de sanjuaninas que fueron juzgadas por asesinar a sus parejas o ex parejas y cuyos casos tuvieron alto impacto en la opinión pública sanjuanina. En ese contexto, Tiempo de San Juan realizó un breve repaso de las viudas negras que fueron penadas por la justicia, luego del crimen de quienes fueran sus compañeros de vida.
Uno de las causas más resonantes fue la que tuvo en el centro de las miradas a Claudia Moya, la mujer que -de un puntazo en el pecho- mató a Alfredo Turcumán, quien agonizó durante 9 días, en junio de 2017.
Por el hecho, la mujer de entonces 22 años fue condenada a 15 años de prisión por homicidio agravado, aunque recibió una pena atenuada por las circunstancias de violencia en las que se encontraba inmersa en manos de la víctima.
Otro caso similar que tuvo lugar en la provincia, poco tiempo después del caso Moya, en julio de 2017, fue el que tuvo a Guadalupe Andrada como acusada de asesinar a su marido, Juan Pablo Ojeada. El episodio fue similar al de Moya, ya que no sólo la mujer estaba embarazada, sino que también le clavó un cuchillo.
Todo ocurrió cuando el hombre asesinado llegó ebrio a su casa y comenzó a golpearla, algo que hacía habitualmente. Como defensa, la mujer lo atacó y le quitó la vida. Por ello fue condenada a 5 años de prisión por el delito homicidio agravado, por exceso de legítima defensa.
A Marilyn Ocampo la condenaron, a pesar de que durante el juicio aseguró que el puntazo que le dio a Silvio Sebastián Poblete fue para defenderse, en medio de una pelea en la que ella asegura que le estaba pegando. Ese cuchillazo fue el final de una relación que muchos calificaron de violenta.
La víctima llegó al hospital con una puntada en la cabeza que terminó costándole la vida, mientras Ocampo tenía heridas leves e insistía en que su pareja había intentado matarla. No obstante, fue juzgada y penada a 12 años de cárcel.
A lo largo de la historia criminal de San Juan hubo otros casos icónicos, como el de la adolescente y madre de 17 años que mató a su pareja, Jesús Alejandro Pujado, o el de Rosario Carrizo, que discutió con su pareja -Daniel Oviedo- y en un arranque lo apedreó en la cabeza hasta causarle la muerte. Sin embargo, por alguna razón, los casos anteriores cobraron mayor protagonismo y marcaron un antes y un después en los antecedentes de mujeres asesinas.
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