Declararon prófugo en el penal de Chimbas a un peligro asaltante sanjuanino que fue protagonista de la gran fuga de 1999, que carga siete condenas y una pena única de más de 29 años de prisión. El reo obtuvo las salidas transitorias, pero cumplió con los permisos sólo dos meses y la semana pasada no regresó más a la cárcel.
El ahora buscado es Gustavo Armando Herrera Acosta, alias “El Rocky”, un viejo delincuente con un abultado historial. Sus antecedentes lo dicen todo. Sus dos primeras condenas son: por robo a mano armada y tentativa de homicidio, y hurto agravado por escalamiento.
La tercera es por evasión y participación secundaria en privación ilegítima de la libertad. Esa condena fue por la famosa gran fuga del penal de Chimbas del 23 de noviembre de 1999. “El Rocky” Herrera fue uno de los 26 presos que tomaron rehenes a periodistas, un juez y dos funcionarios penitenciarios y que después fugaron fuertemente armados en dos vehículos.
Además, carga con otras condenas por robo con arma, tenencias de arma de guerra (en dos oportunidades) y por una causa por droga. Esa acumulación de condenas en todos estos años, hizo que le unificaran la pena, la cual quedó en 29 años y 2 meses de prisión, revelaron fuentes oficiales. Según explicaron, con ese castigo recién tendría que salir en libertad en diciembre de 2028.
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Otros años. Este es Gustavo "El Rocky" Herrera en sus primeros años dentro de la cárcel.
“El Rocky” pasó casi una vida dentro el penal de Chimbas. Y como ya cumplió más de la mitad de la pena, pidió acogerse a los beneficios de salidas transitorias. Se supone que los últimos informes le dieron favorables, de modo que el Juzgado de Ejecución autorizó que el reo saliera dos veces al mes. Así, se acordó que fueran el segundo y cuarto miércoles, a partir del 9 de noviembre último.
El primer mes cumplió a rajatablas los permisos y regresó a horario a la cárcel. El miércoles 14 de diciembre volvió a salir del penal y también respetó la hora de ingreso. Sin embargo, “El Rocky” Herrera no pudo con su genio y rompió la palabra empeñada. Quizás se tentó con la fiesta de Fin de Año o volvió a sus andanzas. Es así que el 28 de diciembre último abandonó su presidio con la promesa de volver y desapareció.
No dio señales en esa noche ni al día siguiente y tampoco en estos días. Se fugó, literalmente. De esto están al tanto en Juzgado de Ejecución, que lo declararon prófugo y libraron la orden de captura, por lo que ahora es buscado por la Policía.