En las últimas horas empezó a circular que el reconocido abogado sanjuanino Gustavo de La Fuente, que está preso por el supuesto delito de trata de personas, contrajo mal de Chagas en el interior del Servicio Penitenciario Provincial. Esta información fue confirmada por sus allegados y ahora le harán estudios. También adelantaron que buscarán que cumpla la prisión preventiva en su domicilio.
Según allegados de el letrado penalista, de La Fuente se realizó estudios para operarse el año pasado antes de quedar detenido por esta causa federal. Ahí no saltó que tuviera ninguna enfermedad. Después quedó procesado y su estadía comenzó en el interior del penal de Chimbas.
Según dijeron, la semana pasada se realizó chequeos y los resultados dieron positivo en Chagas. Ante esta conclusión, sus abogados han solicitado que se le haga una junta médica a Gustavo de La Fuente para confirmar si tiene esta enfermedad, porque aseguran que lo habría contraído en el SPP.
Con este resultado, la defensa también manifestó que pedirán la prisión domiciliaria. Cabe destacar que ahora el letrado está a la espera del juicio en su contra.
La causa que llevó al abogado Gustavo de la Fuente al Penal de Chimbas
El letrado conocido por todos en el ambiente tribunalicio fue sindicado como uno de los cabecillas de la organización criminal que se dedicaba a cosificar mujeres y ultrajarlas en forma constante, incitándolas a realizar diferentes acciones para cumplir con las órdenes de los usuarios, aprovechándose de su situación de vulnerabilidad.
Además, está sospechado de explotarlas laboralmente, quedándose con gran parte de las ganancias que ellas mismas producían con su contenido a costas de engaños y ocultamientos de las cifras que se percibían por sus servicios.
Por esa razón, el juez federal, Leopoldo Rago Gallo lo procesó en calidad de autor por los artículos 145 bis y 145 ter, incisos 1°, 4°, 5° y párrafo anteúltimo, en concurso real, por tratarse de hechos y víctimas independientes. La misma imputación le valió al colombiano Quevedo Medina, como autor, y a Wilder Rodríguez Martínez, como partícipe necesario, en esa primera instancia.
Todo ello, según el auto de procesamiento, por ofrecer, captar, trasladar y acoger a personas con fines de explotación, pese al consentimiento de las mismas; lo mismo que engañar, ejercer violencia y abuso de autoridad y aprovecharse de una situación de vulnerabilidad para la recepción de pagos o beneficios.
La investigación de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), del Ministerio Público Fiscal de la Nación, fue la que dejó al descubierto las maniobras de De la Fuente y sus cómplices y la misma contó con el aporte de un testigo encubierto. Es por ese motivo que el defensor Fernando Castro apuntó hacia él en la apelación.
Esa participación, a su criterio, atenta contra el principio de defensa en juicio y el debido proceso legal puesto que tanto la defensa como el imputado se encuentran imposibilitados de conocer la objetividad que puede acompañar al testigo. Esa situación podría representar una causal de ánima aversión o cualquier otra cuestión que pueda acompañar la legalidad del testimonio. En simples palabras, para la defensa, el testimonio que "lo entregó" podría estar viciado en intereses como perjudicarlo.