Un joven changarin y peluquero de Chimbas no irá a la cárcel, pero le impusieron restricciones y otras series de medidas como hacer un tratamiento por violencia de género para nunca más vuelva a golpes su pareja y a otras mujeres. El muchacho se encuentra preso desde marzo último y este lunes fue condenado por el juez Diego Sanz por la brutal golpiza a su concubina, una adolescente de 15 años.
El ahora condenado es Maximiliano Ezequiel González, de 23 años, quien, pese a que obtuvo la libertad en esta causa penal, seguirá detenido. Es que tiene dos pedidas de capturas por los juzgados de faltas por disturbios callejeros. En esas causas fue castigado con 2 días arresto, en una, y 30 días de detención en otra. Como nunca compareció en el fuero contravencional, ahora deberá cumplir esos castigos. Además, tiene pendiente otras dos causas penales pendientes en juzgados contravencionales por daños, atentado y resistencia a la autoridad y lesiones, informaron fuentes tribunalicias.
El juez Diego Sanz juzgó este lunes a Maximiliano González por una tercera causa penal. Ese caso inició el 15 de marzo último a raíz de la salvaje agresión en perjuicio de una chica de 15 años y de manera rápida ya tuvo condena por parte de uno de los integrantes del Colegio de Jueces en el nuevo Sistema Acusatorio.
La chica agredida era concubina de González. Aquel día, este joven llegó a la casa que compartían en el barrio Tránsito de Oro en Chimbas y empezó a gritarle a la adolescente porque tenía hambre. Ella le respondió que estaba ocupada cambiando a su bebé, aun así, González se enojó porque no le preparaba la comida y la tomó a golpes. Le dio trompadas en la cabeza y en la espalda, la pateó en el piso y la arrastró hasta que la encerró en una habitación. El papá de la joven se enteró de lo sucedido y denunció al muchacho en el Unidad Fiscal de Investigación de CAVIG, el Centro de Abordaje de Violencia Intrafamiliar y de Género.
Este lunes, González con asistencia de su abogado defensor, Alejandro Castán, llegaron a un acuerdo de juicio abreviado con el fiscal Miguel Gay y propusieron un castigo de prisión en suspenso. El juez Diego Sanz hizo lugar al acuerdo y condenó al joven a 9 meses de prisión en ejecución condicional, tal como propusieron el fiscal y la defensa, pero también fijó condiciones a cumplir.
Entre esas medidas, dictó la exclusión del hogar de González, también ordenó que por el término de dos años se ponga a disposición del Patronato de Presos y Libertados, no consuma alcohol ni drogas y consiga un trabajo. Por otro lado, dispuso que por el plazo de 9 meses tiene prohibido acercarse a la víctima y al padre –el denunciante- y molestarlos por cualquier motivo y medios. Y, por último, le ordenó que se someta a un tratamiento de violencia de género, en el marco del Programa de Violencia contra la Mujer del municipio de Chimbas. El fallo judicial es claro, si no cumple con todo lo exigido, lo llevaran a la cárcel.