Después de protagonizar un violento episodio en el interior de su casa, el sujeto que se atrincheró y atacó a tres mujeres, fue detenido y quedó a disposición de la Justicia de Flagrancia, cuyo fiscal a cargo lo acusó de lesiones leves agravadas por el vínculo, en contexto de violencia intrafamiliar y de género; amenazas y resistencia a la autoridad en concurso real.
En ese marco, allegados a la causa manifestaron que existe posibilidad de que la defensa del detenido plantee la imputabilidad por un supuesto problema de su salud mental. Es que circula una versión que sostiene que Fabio Vergara, de 48 años, tendría problemas con el consumo de drogas y quizás eso propició el hecho que mantuvo en vilo a las autoridades después del mediodía del miércoles.
A pesar de cualquier requerimiento que pueda llegar a realizar la defensa del hombre que amenazó a sus familiares con un arma blanca, para la Fiscalía no hay dudas sobre su responsabilidad sobre lo sucedido. Así lo indicó el fiscal Pablo Martín, quien aseguró que hay testigos y pericias que constatan su comportamiento delictivo.
Aunque el representante del Ministerio Público no desconoció que poner bajo la lupa el estado psicológico del imputado podría ser parte de la estrategia de su defensa, respaldada en el artículo 34 del Código Penal, esa situación no modificaría nada en principio, según manifestó.
"Primero tendría que acreditar algún tipo de intoxicación", dijo. Aún así, una Junta Médica debería ser solicitada para que profesionales evalúen su estado mental, ante las sospechas de que hubiera sufrido algún tipo de brote. Lo cierto es que por el momento el funcionario de la UFI N°1 que comanda la investigación afirmó: "No es inimputable para nosotros".
Vergara, que se dedica a la venta de panificación para diversos comercios, habría llegado de trabajar a su casa del barrio Güemes y por alguna razón comenzó a discutir con su hermana. La pelea se elevó de tono al punto que denunciaron que la golpeó con el puño, por lo que otras dos mujeres que se encontraban en el lugar, una menor de 17 años y una empleada doméstica de 28, llamaron a la Policía.
Ante la presencia de los efectivos policiales, el hombre se encerró en el domicilio con las mujeres adentro y con un cuchillo amenazó con quitarse la vida, si quedaba detenido. Por ello se realizó un despliegue de película que contó con la presencia del Grupo GERAS y otras unidades especiales que negociaron con el agresor, hasta finalmente detenerlo.
Fuentes allegadas al caso también comentaron que en la comisaría a la que fue trasladado, Vergara provocó revuelo dentro de los calabozos.