Finalmente la Secretaría de Control de Gestión decidió expulsar de la Policía de San Juan al sargento ayudante Daniel Ochoa y al oficial ayudante César Ávila. Ambos cumplían servicio en la Comisaría 10ra de 25 de Mayo cuando chocaron y destrozaron un móvil policial valuado en 350 mil pesos.
Cuatro horas después del accidente, el 7 de junio de 2014, el resultado de los análisis de alcoholemia fue lapidario: uno de ellos tenía 0,69 miligramos de alcohol por litro de sangre y el otro 0,58.
La noticia de la expulsión de Ochoa y Ávila fue comunicad en el Boletín Oficial de la Provincia del pasado jueves 13 de agosto y dice lo siguiente:
DECRETO Nº 0858 -MG- 03-07-15
ARTÍCULO 1º: Aplicar sanción expulsiva de
Exoneración de las filas de la Policía de San Juan, a
partir de firma del presente decreto, al Oficial
Ayudante del Cuerpo Seguridad Escalafón General
Dn. César Eduardo AVILA, M.I. N° 30.768.365,
conforme lo prevé el Art. 60° Inc. b) de la Ley N° 298-
R del Personal Policial, por haber infringido el Art.
32° Inc. 1° y 9°, con el agravante del Art. 43° Inc. 1°
y 2° del Reglamento del Régimen Disciplinario
Policial, en concordancia con lo previsto en el Art. 28°
Inc. a), c), d) y g), de la Ley N° 298-R del Personal
Policial, en virtud de las consideraciones efectuadas
precedentemente.
ARTÍCULO 2°: Aplicar sanción expulsiva de Cesantía
de las filas de la Policía de San Juan, a partir de firma
del presente decreto, al Sargento del Cuerpo Seguridad
Escalafón General Dn. Julián Daniel OCHOA, M.I.
N° 20.943.595, conforme lo prevé el Art. 60° Inc. a)
de la Ley N° 298-R del Personal Policial, por haber
infringido el Art. 32° Inc. 1° y 9°, con el agravante del
Art. 43° Inc. 1° y 2° del Reglamento del Régimen
Disciplinario Policial, en concordancia con lo previsto
en el Art. 28° Inc. a), c), y g), de la Ley N° 298-R del
Personal Policial, en virtud de las consideraciones
efectuadas precedentemente.
Mirá la nota donde Tiempo de San Juan te contaba detalles sobre lo que ocurrió aquel sábado 7 de junio de 2014:
ESCÁNDALO OFICIAL
Exclusivo: Policías borrachos chocaron, destrozaron el móvil y deberán pagarlo
Ocurrió el sábado en 9 de Julio. Ya fueron suspendidos de la fuerza sin goce de haberes. Habrían viajado a más de 130 km/h y estaban fuera de su jurisdicción. La decisión oficial va camino a la exoneración y demandarlos por el daño al Estado. Por Gustavo Martínez Puga
lunes, 09 de junio de 2014
La pilastra de luz contra la que chocaron los uniformados, de fondo la casa perjudicada.
En el Ministerio de Gobierno están que arden. Y no es para menos: dos policías con niveles de alcohol en la sangre muy superiores a los permitidos a un ciudadano común reventaron una camioneta Chevrolet S10 doble cabina con sólo seis meses de antigüedad contra una pilastra de energía eléctrica.
La camioneta Chevrolet S10 doble cabina está valuada en unos 350.000 pesos: 330.000 pesos vale el vehículo y tiene unos 20.000 pesos en equipamiento oficial. Y en ella viajaban el sargento ayudante Julián Daniel Ochoa (44) y el oficial ayudante César Ávila.
Pero la bronca oficial no se hizo esperar. En una medida con pocos precedentes, el ministro de Gobierno Adrián Cuevas ordenó a Mauricio Solano, de la Subsecretaría de Control de la Seguridad Pública, que gire a la Fiscalía de Estado la investigación del hecho ni bien sea concluida, para que se inicien las acciones civiles y los policías paguen de su bolsillo el daño que le provocaron al Estado provincial.
Hay un hecho clave que llevó a tomar esa decisión rápidamente y sin dudarlo: los uniformados iban borrachos.
EXCESO ALCOHOL
A las 10 de la mañana del sábado, cuatro horas después del choque, lo que permitió que el organismo eliminara mucho del alcohol, los dos policías accedieron a realizarse voluntariamente el peritaje alcohólico con los médicos de la Central de Policía. El resultado fue lapidario: uno tenía 0,69 miligramos de alcohol por litro de sangre y el otro 0,58.
Un policía en servicio no puede tener una sola gota de alcohol en sangre.
Para dimensionar el grado de alcohol en que conducían el móvil oficial, vale la referencia: el máximo permitido a un ciudadano común es de 0,5 miligramo de alcohol por litro de sangre.
EXCESO VELOCIDAD
Pero, además, los uniformados viajaban a exceso de velocidad. Iban a más de 130 kilómetros por hora, según los primeros peritajes que realizaron los peritos de la Agrupación X de Gendarmería Nacional, con la intención de darle más transparencia al procedimiento y así garantizar también el derecho a defensa de los dos policías que trabajan para la fuerza de seguridad provincial.
EL HECHO
El choque se produjo el sábado, entre las 6 y las 7 horas, en la Ruta Provincial 183 y callejón González, departamento 9 de Julio. Fue a la salida de una curva, en momentos que los dos policías se dirigían desde el departamento 25 de Mayo hacia 9 de Julio.
En ese lugar hay una curva pronunciada. La camioneta se salió de la banquina por la derecha de la dirección que llevaban. Intentaron enderezarla violentamente. Se cruzaron de carril peligrosamente. Bajaron del altiplano de la ruta y chocaron de lleno contra el pilar del medidor de luz del único vecino que hay en esa zona rural. Ese hombre fue identificado como Diego Botta, quien estaba enfurecido porque podrían haberle destrozado su casa y provocado daños a él. El único problema que sufrió fue que quedó sin luz varias horas.
Ese pilar de luz tenía una pesada base de hormigón en un tacho de 200 litros que, además, estaba enterrado. Igual fue arrancado. La Chevrolet S10 siguió su raid y pegó contra un enorme Aguaribay. Gracias a que pegaron contra la pilastra de luz, la camioneta se desvió y no chocó de lleno contra la casa, lo que habría sido una tragedia.
Las fotografías son una prueba clave, ya que evidencian que la camioneta se salió del camino, transitó por la banquina, se cruzó de carril y terminó a metros de una casa.
FUERA DE JURISDICCIÓN
Otra irregularidad es que el móvil 64 estaba fuera de su jurisdicción, ya que es un vehículo que pertenece a la Seccional 10 (25 de Mayo) y estaba en territorio policial de la Seccional 11 (9 de Julio).
Los móviles sólo pueden salir de su jurisdicción si van en persecución policial o si son comisionados para hacerlo. Hasta ahora no habrían constancias de ninguna de las dos cosas: la camioneta está equipada con una radio y en ningún momento dio aviso al Centro de Operaciones (COP) de que estuviera siguiendo a algún delincuente en una persecución por 9 de Julio.
"Este mismo lunes, la misma Policía nos envió el resultado oficial con el peritaje alcohólico que determinó los valores excesivos en los que conducían los policías. Más allá de que estamos averiguando en qué circunstancias lo hacían fuera de su jurisdicción, el hecho de que tuvieran alcohol en la sangre ya es una falta gravísima, motivo de exoneración. Pero eso está en investigación”, informó el subsecretario Solano.