Algunos meses atrás, antes de que el coronavirus se transformara en una pandemia, el uso de robots o automatizaciones en las empresas y en seguridad eran vistos como una amenaza a la generación de puestos de trabajo.
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SUSCRIBITEAlgunos meses atrás, antes de que el coronavirus se transformara en una pandemia, el uso de robots o automatizaciones en las empresas y en seguridad eran vistos como una amenaza a la generación de puestos de trabajo.
En la actualidad, cuando se necesita reducir al mínimo el contacto entre personas para mantener a raya la expansión del temido virus, el uso de robots y tecnologías automatizadas se han convertido en herramientas imprescindibles en sectores como la salud y la seguridad, entregando medicinas y alimento a los enfermos, y repartiendo todo tipo de productos a través de vehículos automatizados con Inteligencia Artificial.
Un país decidió que sean máquinas inteligentes las que patrullen las calles después de que pase el tramo más estricto del distanciamiento social. No dejará a la gente estar cerca ni permitirán aglomeraciones mediante control a distancia.
Desde este pequeño perro Spot que vimos en las últimas noticias alarmantes, patrullero de las calles de Singapur, hasta vehículos tipo Drones no tripulados para realizar entregas de paquetes a distancia, como también las automatizaciones generalizadas de los procesos productivos en las industrias, nos alertan a un futuro incierto en cuanto a los trabajos que podremos realizar los seres humanos.
Si bien es dudoso todo lo que pueda acontecer, la preparación de la mente humana para elaborar este tipo de artefactos tecnológicos y la capacidad de adaptación que nos identifica, serán las claves para enfrentar un nuevo mundo de distanciamiento y cambios que se avecina.
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