Juan Pablo Jiménez, reconocido economista de 61 años, fue hallado muerto este jueves en su departamento del barrio porteño de Palermo. La principal hipótesis que maneja la Justicia es que fue asfixiado por dos mujeres a las que habría dejado ingresar voluntariamente al inmueble. La causa está caratulada como homicidio y el móvil sería un robo.
El cuerpo fue encontrado por la Policía luego de que una empleada de limpieza y el encargado del edificio alertaran que el hombre no respondía a llamados ni mensajes. Al ingresar al departamento, los efectivos hallaron a Jiménez sin vida, con las manos atadas y amordazado. También se encontraron botellas de alcohol y restos de estupefacientes en el lugar.
Según los primeros datos de la investigación, no había signos de violencia en las cerraduras, lo que refuerza la teoría de que el economista conocía a sus agresoras o llegó con ellas. Fuentes del caso señalaron que en las horas previas a su muerte, algunos vecinos oyeron ruidos provenientes del departamento, algo que ya era habitual desde su llegada al edificio, hace tres meses.
Juan Pablo Jiménez tenía una extensa trayectoria académica y profesional. Se recibió en la Universidad de Buenos Aires y completó dos másters, uno en Políticas Públicas en la Universidad de Columbia y otro en Economía en el Instituto Di Tella. Fue vicepresidente de la Asociación Iberoamericana de Financiación Local (AIFIL), profesor en FLACSO, e investigador en el proyecto Extractivism.de de la Universidad de Kassel, Alemania.
Además, trabajó durante años en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), donde fue director en Uruguay y coordinador del área fiscal en Chile. También se desempeñó como profesor e investigador visitante en diversas universidades de América y Europa.
En sus redes sociales, Jiménez se presentaba como hincha de River Plate y padre de un hijo, llamado Rafael. Su entorno lo recuerda como un académico destacado y una persona cálida. La causa es llevada adelante por el fiscal César Troncoso, quien continúa con la recolección de pruebas para dar con las responsables del crimen.