Este sábado 7 de mayo, Ignacio Lula da Silva anunciará su candidatura a presidente de la República Federativa del Brasil, en las elecciones que se desarrollarán el 2 de octubre.
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SUSCRIBITEEste sábado 7 de mayo, Ignacio Lula da Silva anunciará su candidatura a presidente de la República Federativa del Brasil, en las elecciones que se desarrollarán el 2 de octubre.
Lula llevará como candidato a vicepresidente a un hombre de la derecha brasilera, el exgobernador del estado de San Pablo Geraldo Alckmin, quien dejó, para integrar la fórmula, 30 años de militancia en el Partido de la Social Democracia (PSDB).
Aquí empiezan las semejanzas entre los procesos argentino y brasilero que algunos analistas comienzan a ver, parangonando la elección del vicepresidente de Lula con la chance que Cristina Kirchner le dio a Alberto Fernández de ser Presidente. Fernández, si bien había hecho carrea política con Néstor Kirchner, es un hombre visto como conservador desde sectores del kirchnerismo que, en un primer momento, criticaron la decisión de CFK. Las mismas críticas enfrenta Lula desde los sectores históricos y más radicalizados del PT.
Otro hecho que remarca el kirchnerimo como coincidencia, es un Lula víctima del lawfare que se llevó adelante con la causa Lavajato. En ella, el juez Moro fue clave para meter preso a Lula e impedirle ser candidato a presidente en las elecciones que finalmente consagraron a Jair Bolsonaro. Éste, tras asumir, nombró a Moro como su ministro de Justicia.
En los últimos meses, las acciones judiciales contra Lula fueron vetadas por tribunales de Justicia de Brasil y de la ONU por irregulares, y el juez Moro acusado de "parcial". Las condenas fueron revocadas, pero Bolsonaro ya era presidente.
Como el Frente de Todos, el PT brasilero apuesta fuerte a ampliar la base electoral, y ya ha conseguido los apoyos del Partido Socialista Brasilero (PSB), el Partido Comunista de Brasil, el Partido Verde, Solidaridad, los ecologistas de Rede y el Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
La última encuesta lo muestra al ex presidente con 41 puntos de intención de voto contra 36 del actual mandatario y ex capitán del ejército.
Cuando Lula anunció su intención de candidatearse, la diferencia llegó a ser de 26 puntos, 48 a 22.
En este tiempo, el apoyo a Lula cayó algunos puntos, y Bolsonaro subió en la consideración popular notablemente.
El impacto en Argentina
Brasil es el principal socio comercial de la Argentina, y la suerte de la economía de nuestro país parece estar atada inevitablemente a la del gigante vecino, una de las economías más poderosas del mundo, y con un potencial inconmensurable.
Pero además los procesos políticos parecen ir atados.
Y tan atada está la suerte de Argentina a la de Lula, que este parece ser uno de los factores que Cristina Kirchner estudia para decidir su propia candidatura a la presidencia 2023.
Cristina Kirchner podría asumir el desafío si se dan estos tres supuestos: el primero, quizá el único obviable, sería un triunfo de Petro en Colombia, dando por primera vez a ese país un gobierno de corte socialista. El segundo, el triunfo de Lula sobre Bolsonaro en octubre. El tercero, quizá el determinante, sería que Mauricio Macri finalmente arrasara con la oposición interior y jugara la elección del 2023 como candidato a presidente.
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