El papa León XIV presentó ayer su primer documento dogmático oficial. Se trata de la exhortación apostólica "Dilexi te" ("Él te amó"), un trabajo iniciado por Francisco que hace foco en el servicio a los pobres y a través del cual el estadounidense que vivió muchos años en Perú denunció "la economía que mata", "la falta de equidad", "la violencia contra las mujeres", "la desnutrición" y "la emergencia educativa".
El Sumo Pontífice llamó también a enfrentar la pobreza en todas sus formas, con duras críticas a las "burbujas de las elites ricas" y una mención especial a Brasil. Según el actual líder de la Iglesia, el argentino fallecido en abril de este año preparaba "en los últimos meses de su vida" una exhortación apostólica "sobre el cuidado de la Iglesia por los pobres".
"Al recibir como herencia este proyecto, me siento feliz de asumirlo como mío, añadiendo algunas reflexiones, y de presentarlo al inicio de mi pontificado", señaló Robert Francis Prevost.
"Cuando dicen que el mundo moderno redujo la pobreza, lo hacen midiéndola con criterios de otras épocas no comparables con la realidad actual", afirmó en el texto León XIV, quien además sostuvo que "es encomiable el hecho de que las Naciones Unidas hayan puesto la erradicación de la pobreza como uno de los objetivos del milenio".
"Sin embargo, el camino es largo, especialmente en una época en la que sigue vigente la dictadura de una economía que mata, en la que las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, mientras que las de la mayoría están cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz y en la que se difunden ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera", agregó.
En otro tramo de su trabajo, el estadounidense expresó que resulta necesario "un cambio de la mentalidad" que implique la liberación ante todo de la "ilusión de una felicidad que deriva de una vida acomodada".
"Esto mueve a muchas personas a una visión de la existencia centrada en la riqueza y el éxito social a toda costa, incluso en detrimento de los demás y a través de sistemas políticos y sociales injustos. La dignidad de cada persona humana debe ser respetada ahora, no mañana", consideró León XIV.
Finalmente, el Papa dedicó un amplio espacio de su documento al tema de las migraciones y acompañó sus palabras con la imagen del pequeño Alan Kurdi, el niño sirio de tres años que en 2015 se convirtió en símbolo de la crisis migratoria europea con la foto de su pequeño cuerpo sin vida en una playa.
"Lamentablemente, aparte de alguna emoción momentánea, hechos similares se están volviendo cada vez más irrelevantes, reduciéndose a noticias marginales", escribió.