El cardenal estadounidense Robert Francis Prevost es el nuevo papa de la Iglesia Católica. Ha elegido el nombre de León XIV y, según augura su propio hermano, "será un segundo papa Francisco".
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SUSCRIBITEJohn Prevost, hermano del nuevo papa Leon XIV, hizo declaraciones que pueden dar una señal sobre el pontificado que se inicia el 18 de mayo.
El cardenal estadounidense Robert Francis Prevost es el nuevo papa de la Iglesia Católica. Ha elegido el nombre de León XIV y, según augura su propio hermano, "será un segundo papa Francisco".
John Prevost, consultado por los medios tras el nombramiento de su hermano como obispo de Roma, ha asegurado que León XIV en realidad "quería ser misionero, no quería ser obispo ni cardenal". Sin embargo, "es lo que le han pedido hacer, así que eso es lo que hace", explica John, lo que ayuda a entender el carácter del nuevo pontífice.
León XIV, en su primer discurso como papa en el balcón de la Basílica de San Pedro, mandó un mensaje a la diócesis de Chiclayo, Perú, donde fue misionero, profesor, párroco y obispo. "Le hubiera gustado volver a Perú y trabajar con la misión porque tenía un sentimiento muy fuerte por los desfavorecidos, los pobres, los que no eran escuchados", señala John.
Pero el papa Francisco tenía otros planes para él. Le nombró arzobispo y cardenal. En pocos meses fue también prefecto del dicasterio, o lo que es lo mismo, consejero para el nombramiento de obispos en todo el mundo. Y aunque León XIV tiene un estilo más moderado, ambos tienen el foco puesto en las minorías.
Robert Francis Prevost sabía que estaba entre los papables y así se lo contó seis días antes del cónclave a su amigo Miguel Ángel Martín, exsecretario de los Agustinos, orden a la que pertenecía el nuevo pontífice.
"Por lo que pude darme cuenta, tenía un susto encima, naturalmente. Y dijo: 'Bueno, yo estoy en manos de Dios y lo que Dios quiera, pues será'", explica su amigo.
Teólogo y matemático de formación, a los 27 años, Prevost fue enviado a estudiar a Roma. Ingresó en los Agustinos en 1977 e hizo los votos solemnes en el 1981 en su Chicago natal, done la noticia no ha sorprendido.
"Solíamos jugar a dar misa, en serio, jugábamos a eso", relata feliz una amiga de la infancia, Holly. Ahora solo queda por conocer qué rumbo toma al mando de la Iglesia, ya como León XIV.