Después de dos días de Cónclave, los 133 cardenales finalmente eligieron al estadounidense Robert Francis Prevost, de 69 años, para ser el sucesor de Francisco. El nuevo Papa decidió tomar el nombre de León XIV, con larga trayectoria en la historia de la Iglesia católica. Esta elección es un homenaje a León XIII, considerado uno de los papas más influyentes del último tiempo y un pionero en la doctrina social de la institución.
De hecho, la doctrina social de la Iglesia fue inaugurada a partir de la primera encíclica social, el Rerum Novarum (Acerca de las Nuevas Cosas), publicada en 1891. El nuevo Papa podría estar señalando su intención de retomar esa sensibilidad hacia los temas sociales y esa actitud de apertura sin romper con la tradición.
Quién fue León XIII
Nacido en Italia en 1810, el papa León XIII marcó un antes y un después en la doctrina social de la Iglesia Católica, abordando las preocupaciones del siglo XIX, marcado por la Revolución Industrial y las condiciones laborales de los trabajadores.
En la encíclica Rerum Novarum, una carta abierta dirigida a los obispos y catedráticos, enfatizó su apoyo a los derechos laborales, condenó la opresión de los pobres por parte de un "puñado de gente muy rica" y respaldó la formación de uniones y sindicatos de trabajadores. A su vez, también defendía el derecho a la propiedad privada y condenaba al socialismo, al considerarlo ilusorio y sinónimo del odio y el ateísmo.
A su vez, este texto también discutía las relaciones entre el gobierno, las empresas, los trabajadores y la Iglesia. Allí propuso una organización llamada distributismo.
Se acepta generalmente que la encíclica Rerum Novarum es la carta de fundación de la democracia cristiana y una pieza clave de la doctrina social de la Iglesia.
Por otro lado, fue fundamental para fortalecer los lazos con la iglesia estadounidense, permitiendo expandir el catolicismo en Estados Unidos, donde hay un predominio del protestantismo.
A partir de todas estas medidas, León XIII fue un actor importante para lograr darle a la Iglesia un nuevo protagonismo a escala mundial, reforzado por dos tipos de iniciativas suyas: por un lado, el acercamiento a la Comunión anglicana y a los ortodoxos griegos, que inició la tendencia ecuménica de los papas del siglo XX; y por otro, el impulso de la acción misionera, especialmente en África.
León XIII también impulsó el diálogo con los estados modernos, promovió la educación, la ciencia y el pensamiento filosófico, especialmente a través del tomismo.