La noticia hizo eco en cuestión de segundos. La fumata blanca apareció, y por una hora, las campanas de la Catedral de San Juan no pararon de sonar durante el pasado jueves. Mientras tanto, el padre Andrés Riveros salió a la vereda de calle Mendoza para tomar contacto con la gente y responder las consultas de la prensa, transformándose en una especie de vocero de la Iglesia Católica local.
Siempre tuvo el teléfono en mano. Si no hablaba con alguien, lo mantenía pegado a su oreja. “Un hermano será el sucesor de San Pedro”, dijo a este diario. No tuvo favoritos. Únicamente pidió que un cristiano ocupara esta banca.
Finalmente, cerca de las 14:15 dio a conocer la noticia más esperada del día -y quizás del año-. “León XIV será nuestro Papa”, confirmó y expresó su alegría por la llegada de un nuevo representante del catolicismo. “Nos ayude a buscar un mundo más unido y en paz”, expresó en rueda de prensa. Para Riveros, el Cónclave eligió a un hombre de mundo y los fieles van a aprender a querer y conocer. Posteriormente, repartió abrazos con dos fieles.
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Riveros y el celular en mano, una de las imágenes del jueves papal en San Juan.
En San Juan, Riveros fue el gran protagonista. No únicamente reveló el nombre del nuevo Sumo Pontífice, también dio la misa especial para celebrar la llegada de León XIV al Vaticano. “Vaya que han sido prominentes los rezos, regalándonos a este señor que ni bien se ha asomado a ese balcón lo hemos empezado a querer”, dijo el sacerdote.
La comunidad católica en San Juan lo confirma: el padre Andrés es un párroco muy querido. Su juventud y alegría constante se convirtieron en una marca registrada y los fieles creen fervientemente en sus mensajes y rezos de buenos augurios. Además, se convirtió en uno de los sacerdotes más reconocidos y consultados por la prensa local.
Creyente de Francisco I, asegura que León XIV seguirá los pasos del argentino. Riveros guarda una anécdota con Bergoglio. Fue en 2016 cuando visitó el Vaticano y tuvo un encuentro con el referente religioso: “Fue una linda historia que sucedió para la canalización del cura Brochero. El Papa pasó saludando y la providencia se detuvo muy cerca de nuestro grupo de pelegrinos. Allí le pegamos el grito de: ‘un mate, Papa’. Se detuvo y compartió nuestro mate. Fue una anécdota que quedó en el corazón”. Además, señaló que fue un mate amargo, como “acostumbramos a cebarlo”. El sanjuanino es un eterno agradecido de ese gesto “humilde y gaucho”.
El fanatismo por la Iglesia y el trabajo comunitario se traslada a otras pasiones. En algunas ocasiones, Riveros dejó entrever su lado futbolero, al mostrarse en las celebraciones por los campeonatos de River Plate en la Catedral. Tampoco se perdió los festejos de la Selección argentina campeona del mundo en 2022.