Desde la centroizquierda gobernante no hay dudas: Jeannette Jara, del Partido Comunista, parece tener ya el pasaje seguro al balotaje. Figura primera en intención de voto, con cerca del 30% de las preferencias. Pero no tendrá los votos para ganar en un balotaje, ya que muchos aquí remarcan que no podrá superar ese techo de votantes.
Pero desde la oposición no está tan claro. Aquí se señala hace tiempo que este domingo se jugará realmente una “primaria” de la derecha, ya que, a diferencia del sector de centroizquierda, la oposición no votó para designar a su candidato. Así, son tres los nombres que figuran con chances en la boleta electoral (que aquí es única, como la que recién se estrenó en la Argentina).
El voto de último momento
En rigor, este domingo se presentan ocho candidatos a presidente, pero sólo cuatro figuran con alguna chance de llegar al Palacio de la Moneda.
Y si hasta hace pocos días casi todas las fichas estaban puestas en el conservador liberal José Antonio Kast, ahora la más moderada Evelyn Matthei y el ultraderechista Johannes Kaiser disputan ese espacio. En este contexto, se multiplican las especulaciones y los cálculos. Sobre todo teniendo en cuenta que muchos chilenos deciden su voto en estos últimos días, según coinciden aquí analistas y ciudadanos de a pie.
“Las encuestas nos dicen una cosa, pero hay variables que pueden mover la aguja. Tenemos un electorado que a elegir su voto en estos días”, señaló a Clarín el analista político Guillermo Holzmann, académico de la Universidad de Valparaíso.
Además, el escenario está abierto porque porque por primera vez el voto es obligatorio en una elección presidencial en Chile desde el regreso de la democracia. Así, más de 15,6 millones de chilenos figuran en el padrón, lo que significa que podrían votar cerca de 6 millones de personas que no lo hicieron en las anteriores presidenciales. En 2021, cuando ganó Gabriel Boric, votó un 46% del padrón.
Estos votantes “nuevos”, señalaron varios analistas a Clarín en Santiago, podrían inclinarse por una opción más “pragmática”. Estos ciudadanos que hasta ahora no se involucraron mucho en la política irán a votar buscando resultados, respuestas a sus demandas más urgentes: seguridad, empleo, un ingreso que le alcance para vivir, acceso a la salud y la educación.
"Triple empate"
Así, la moderada Matthei, abanderada de la derecha tradicional en Chile, recupera el terreno que parecía haber perdido en los últimos meses frente al más conservador Kast.
Pero las últimas mediciones de intención de voto que circulan aquí en forma “clandestina” en estos días marcan otra tendencia. “La novedad en estos últimos cuatro días es el avance de Johannes Kaiser –representante de una ultraderecha más radical, con un estilo agresivo, frontal, a quien muchos comparan con el argentino Javier Milei- que se acerca a Kast”, señala a Clarín la analista Marta Lagos, directora de las consultoras Mori y Latinobarómetro.
“Muchos chilenos deciden su voto en la cola para la mesa de votación”, agrega Lagos. Y por eso toma con cautela los sondeos. “Hay varias encuestas y todas dicen algo diferente”, señala, y recuerda que en las últimas cuatro elecciones en Chile, las previsiones han fallado.
Algunos observadores no descartan que Matthei pueda quedar en segundo puesto y, si eso ocurriera, seguramente ganará en diciembre. Marta Lagos señala que “puede pasar también lo que ocurrió en Bolivia, donde Rodrigo Paz, que estaba tercero en las encuestas, quedó primero”.
Así las cosas, en los últimos actos de cierre de campaña, este jueves, Matthei y Kast trataron de mostrarse como la mejor alternativa. Ya Kaiser lo había hecho en un acto masivo el miércoles en una plaza del centro de Santiago-
Ante unas 7 mil personas en el Estadio Santa Laura, en el oeste de Santiago, Matthei realizó un discurso de tono sereno donde buscó instalar la existencia de un “triple empate técnico” entre los candidatos de derecha y reprochó a la oposición no haber hecho primarias amplias.
“Siempre he puesto el interés de Chile por sobre cualquier interés personal o de un grupo político”, dijo Matthei, de la coalición conservadora Chile Vamos, ante una multitud que la aplaudía en medio de un mar de banderas de Chile.
“Tenemos un triple empate técnico entre los tres candidatos de derecha. Cualquiera de los tres puede pasar a segunda vuelta. Es evidente que la única que asegura la derrota de la candidata comunista de continuidad de este gobierno soy yo”, aseguró.
“Las mujeres daremos la gran sorpresa, porque no nos gustan los extremos y buscamos la estabilidad. Sabemos que Chile necesita mano firme, pero sensible e inteligente a la vez”, dijo.
“Necesitamos tiempos de estabilidad, de acuerdos amplios y duraderos. Ese ciclo puede comenzar ahora, con un gobierno que una y no divida”, agregó la candidata, que se presenta como la figura capaz de aglutinar a votantes tanto de derecha como de centro y de centroizquierda.
El voto oculto
Es que Jara, militante del Partido Comunista y representante de la amplia coalición oficialista, no logra convencer a los votantes de centroizquierda, que apoyaron históricamente a la Concertación que gobernó durante casi dos décadas tras el regreso de la democracia en Chile, pero se ha desintegrado en los últimos años.
“Aquí hay un cambio de época”, dice Marta Lagos a Clarín. El progresismo histórico de la Concertación ha desaparecido y la derecha logró imponer su agenda. “Fracasó la hegemonía de la izquierda y lo negativo es que se mueve hacia la extrema derecha”, agrega.
Hay otro factor que podría incidir en los números en la noche de este domingo. El “voto oculto”: muchos votantes, por temor, vergüenza o por puro capricho, no revelan a quién van a votar. Y son ellos quienes pueden dar una sorpresa en las urnas.
FUENTE: Clarín