La posible edificación de dos nuevas estaciones de servicio en distintos puntos de avenida Libertador e Ignacio de la Roza causó un conflicto entre vecinos de la zona y las empresas. Es una pulseada de larga data que está próxima a resolverse en el caso del proyecto en Capital. Sin embargo, en Rivadavia persiste la puja.
Hay que ser claros. El primer plan que se conoció fue el de la empresa Parada Oeste SAS que pretende instalar una bomba de nafta Shell en inmediaciones del barrio top Ayres del Libertador, precisamente en la avenida Libertador y calle Boulogne Sur Mer, en Rivadavia.
Desde un principio, los vecinos del barrio privado estuvieron en contra. Además de las medidas legales, hubo un picoteo mediático entre la empresaria Analía Salguero y propietarios de las casas. Lo cierto es que una resolución de Asesoría Letrada dio de baja la audiencia pública que ocurrió para definir si daban luz verde o no al proyecto. Debe haber un nuevo llamado a audiencia.
Mientras tanto, continúa un conflicto interno entre los vecinos que compraron las casas y la dueña del terreno. Según comentaron los propietarios a este medio, ellos compraron porque iban a poner un centro comercial en el terreno en disputa. Por eso, la noticia del posible emplazamiento de una estación de servicio generó sinsabores: hay quienes argumentaron que habrá una desvalorización del precio de los inmuebles.
Por otro lado, en Capital, en la zona de avenida Ignacio de Roza y calle Estaban Echeverría, hay un conflicto de similares características, aunque perfila otra solución. Desde la Secretaría de Ambiente otorgaron la resolución de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Es decir, la empresa, en este caso Barceló, puede iniciar la construcción de la estación, siempre y cuando cumpla con requisitos previos que fueron planteados por vecinos. Es un OK "condicionado".
"Tienen que cumplir una serie de monitoreo previos al inicio y durante de la obra y cuando la estación de servicio esté en actividad", dijeron desde la cartera ambiental. Sobre el inicio de las obras, la firma deberá avisar con treinta días de anticipación a la Secretaría. A la fecha, no hay nada confirmado.