Cuando Alberto Fernández “bajó” desde Brasilia a Daniel Scioli, para que ocupe el ministerio de Desarrollo Productivo tras la renuncia forzada de Matías Kulfas, la hiperkinesia del ex embajador en Brasil se comenzó a notar, sobre todo en contraste con el parsimonioso accionar de su predecesor.
El creador de “con fe, con esperanza” no pierde la sonrisa ni la mirada optimista sobre el futuro de la economía nacional, y ahora avanza en un plan que muchos pueden considerar irrealizable.
Hace pocas horas, Scioli se reunió en San Pablo, Brasil, con el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, y con el presidente de la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (FIESP), José Gomes da Silva. También estuvo presente el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, uno de los albertistas declarados en el espacio de la Liga de los Gobernadores.
La agenda de trabajo era variada, pero tenía especial énfasis en un punto: fortalecer las monedas locales, el real y el peso.
“Brasil es una prioridad muy grande para Argentina; ayer hablé más de una hora con el ministro Guedes y un punto central de la conversación fue la actualización de las transacciones con monedas locales. Hoy el arbitraje es diario y yo solicité que sea cada 90 días”, explicó.
El industrial paulista se mostró muy conforme con la medida, y la suscribió sin dilaciones: “Apoyamos la idea del comercio entre los dos países en moneda local, con el apoyo, obviamente, de los bancos centrales de los dos países”.
En ese sentido, Scioli tiene agendada una reunión con el titular del Banco Central brasilero, para avanzar sobre lo planeado.
Expertos que opinaron sobre el tema sostuvieron que se puede tomar como ejemplo, salvando las diferencias de escala, la relación entre China y Japón, y que “un sistema de monedas peso-real ayudaría mucho ante la falta de dólares”.