Las repetidas lluvias y tormentas de este enero anormal en San Juan, no sólo causan daños en los cultivos, viviendas y vehículos, que en muchos casos terminaron abollados por el granizo. Sino que suman un nuevo factor negativo: el impacto en los bares y restaurantes de la provincia. Y es que, el fenómeno del verano se presenta principalmente por la tarde noche y, cuando hay alerta meteorológica o el cielo se empieza a oscurecer, la gente prefiere quedarse en su casa. Esta situación es advertida por quienes se dedican al rubro, que sufren una visible merma en su actividad, que se suma a los problemas económicos que viene acarreando el sector por diversos factores desde el año pasado.
“Estas tormentas están afectando en particular a todos los prestadores que tienen servicio al aire libre y, en general, a todo el rubro. La gente tiene miedo de salir cuando hay tormenta o anuncio de ella y no sale. De este modo, la actividad se ve condicionada”, comentó Mariano Carmona, vicepresidente de la Asociación Empresario Hotelera y Gastronómica de San Juan.
El empresario aseguró que la situación se da en un “contexto crítico”. En este sentido, enumeró diversos factores que perjudican al sector. “Enero suele ser un mes en el que la actividad baja en San Juan, pero venimos arrastrando meses inestables. Acarreamos mucha distorsión en la estructura de costos, con márgenes distorsionados que vienen afectando la rentabilidad”, detalló Carmona.
En ese contexto, hizo un resumen de las medidas económicas implementadas a nivel nacional y su impacto. Señaló que, “el año pasado fue un combo bastante complejo de baja de demanda porque baja de poder adquisitivo y aumento de costos. Los incrementos en la materia prima en el primer semestre de 2024 fueron muy altos. Y las subas en los servicios públicos, que lideran los aumentos, se notaron todo el año. A eso sumaron los incrementos en mano de obra y costos asociados. Todo eso no se pudo trasladar a los precios de venta, porque la demanda ya venía muy resentida y si aumentábamos iba a bajar aún más”.
De ese modo, según indicó, los números quedaron muy desfasados. El balance realizado por Asociación muestra que, en comparación a diciembre de 2024, en gastronomía los precios quedaron entre un 5 y un 10 por ciento por debajo de la inflación. En tanto que, en hotelería esa merma se ubica entre el 20 y el 25 por ciento.
En paralelo, en gastronomía se registra una reducción de la demanda que ronda entre el 20 y el 30 por ciento. Mientras que, la ocupación hotelera este verano, con el importante éxodo de argentinos a los países colindantes, se limita a cifras de entre el 15 y el 20 por ciento en el Gran San Juan.
De ese modo, las tormentas que se registraron sin pausa en lo que va del mes no fueron bien recibidas en el sector. “En esta situación se complica la sostenibilidad de las empresas. Si bien con este nuevo factor el año no me comenzó bien para el sector, esperamos que a lo largo del año la situación vaya mejorando en general y se puedan ir equilibrando los números”, sostuvo Carmona para finalizar.