"Nos gustaría que sea la reactivación definitiva, pero no lo es”, dijo Javier Negri, gerente de Electrometalúrgica Andina (EMA), para definir lo que ocurrió ayer. Se volvió a encender un horno de la planta industrial localizada en Chimbas después de dos meses de parálisis, ocasionada por el alto costo de la energía eléctrica que ha dejado no sólo a la fábrica sanjuanina sino a sus colegas mendocinas fuera de competencia.
La decisión de la empresa tiene la intención de cumplir con las obligaciones contractuales asumidas con sus clientes, cuyo eventual incumplimiento no sólo implica la pérdida de compradores en un mercado difícil, sino también importantes sanciones en dólares establecidas como penalidades en esos contratos comerciales.
Por eso se decidió afrontar el importante costo de reactivar el encendido de uno de sus hornos y poner a trabajar a sus cerca de 300 empleados, que hasta ahora permanecen sin labores para realizar y con procedimientos y tareas no productivas con reducciones salariales . Además, se trata de un gesto a la espera de una solución de fondo, que aguardan para los próximos días, según explicó Javier Negri, gerente de la planta.
Las dificultades de fondo ponen a la empresa que produce ferroaleaciones y carburo de calcio en Chimbas en una situación delicada. Desde hace años viene reclamando por el costo de la energía eléctrica, su principal insumo para producir, por la que deben pagar un sobre costo de despacho que les encarece la producción erogando hasta el 80% más que las competidoras de Mendoza. Además se enfrenta al inconveniente de afrontar la compra de materia prima para su funcionamiento permanente, lo que requiere una fuerte inversión en dólares.
En la misma situación crítica se encuentran las otras dos empresas del rubro en el país Manferro y Globe, ambas operando en Mendoza. Agravadas además por otros factores externos, una cerró sus persianas el mes pasado y despidió a todos sus trabajadores, y la otra suspendió a todo el personal, incluso pese a que dispone de un precio preferencial de la energía, que es lo que reclama la EMA.
Pero existe una diferencia entre ellas y la EMA. Es que las plantas paralizadas en Mendoza producen solamente ferroaleaciones, mientras que la fábrica sanjuanina genera además carburo de calcio. A tal punto, que es la única planta del país que elabora ese producto, que si no debería ser importado.
Justamente esa producción es la que motivó el encendido temporal del horno este lunes: la entrega de carburo de calcio comprometida a un cliente en el mercado local e internacional.
Mientras eso ocurre, tanto la empresa como el gobierno provincial intentan por estos días llegar a una solución de fondo que permita una reactivación definitiva. La EMA cuenta con una medida cautelar dispuesta por un juez federal que le permite acceder al precio de la energía que pagan sus competidores. Pero esa cautelar rige hasta mediados de este mes, sin que se haya resuelto aún la cuestión de fondo.
En el Ministerio de Economía de la Nación y en la reguladora estatal del sistema eléctrico CAMMESA está la decisión de conceder el acceso de la EMA a una tarifa diferencial, igual que el resto. Decisión que se hace esperar y que aguardan para los próximos días.
El encendido del horno fue bien recibido por el gremio de los químicos al que pertenece la mayoría de los 300 trabajadores de la planta que ven peligrar su fuente de trabajo. José Gordillo dijo que "ya hemos tenido contactos con las autoridades provinciales y venimos reuniéndonos con la empresa, incluso hubo un encuentro en común en la que acordamos cómo se avanzará, y ahora tenemos que esperar a que llegue la solución. Mientras tanto, es muy bueno que haya un gesto que levante la moral del personal y que todos nos ilusionemos con una solución definitiva”.