Nadie entendía nada. La pregunta que se repetía en cada esquina de Capital Federal era "¿por dónde pasan los jugadores?". Nadie lo sabía, ni siquiera los que estaban en la tele con el minuto a minuto desde el aire o con acceso directo a las autoridades. Los hinchas iban en distintas direcciones, jugando a ser detectives para intentar dar con la ubicación del descapotable que trasladaba a los campeones. Un caos, en medio de la marea celeste.
TDSJ en los festejos de la Selección Argentina
Tiempo de San Juan viajó a los festejos en la capital porteña. Festejos que se replegaron en cada rincón de la gran ciudad, desde la Villa 1-11-14 hasta el coqueto barrio de Palermo. Un mismo sentimiento, en todos lados.
El enorme colectivo albiceleste partió desde El Predio de Ezeiza a las 11 de la mañana y ya cuando eran las 16hs, ni siquiera había completado la mitad del recorrido que estaba planificado. Bueno, "planificado", es una forma de decir.
Los jugadores, con Leo Messi a la cabeza, pudieron recorrer apenas parte de la autopista Ricchieri y General Paz. Un tramo de unos pocos kilómetros (14 para ser más precisos) que completaron en muchas horas. La mayoría de los 5 millones de argentinos que coparon las calles porteñas pudieron vivir de cerca el festejo de los campeones. Caras largas, de enojo. Otras de resignación. Pero mucho más, de alegría y emoción por el campeón. "No pude ver a Messi, pero somos campeones del mundo y es lo que importa", se lamentaba un fanático. Amor eterno a la Scaloneta.
El recorrido que hacía el móvil de Tiempo de San Juan era una verdadera travesía. Motos que aparecían de sorpresa y a toda velocidad, vehículos en contramano, hinchas por el medio de las avenidas y más. Estacionamientos repletos, negocios cerrados, gente que se colaba por todos lados.
Tiempo de San Juan en los festejos de la Selección Argentina
Era un imposible. Un imposible porque era el Obelisco y después no lo fue. Porque terminó siendo un inesperado final en helicóptero por toda la ciudad. Chiqui Tapia avisó en Twitter que "no nos dejaban llegar" hasta el epicentro de los festejos. Habrá que después qué falló en la histórica movilización.
Lo cierto es que una multitud le rindió homenaje al equipo que conquistó la Copa Mundial después de 36 años, a un equipo que dejó algo más que el alma en Qatar y que le regaló al país la mayor alegría de los últimos años.
Viva Messi, viva el fútbol y viva el pueblo, nada más.