San Martín ya vive la semana más intensa del año. Con el clásico cuyano a la vuelta de la esquina, el plantel profesional volvió este lunes por la mañana a los entrenamientos en la cancha auxiliar del Hilario Sánchez. Tras la práctica del viernes, los jugadores habían tenido dos días libres en medio de la veda electoral: algunos aprovecharon para viajar a sus provincias de origen y votar, mientras que otros permanecieron en San Juan descansando en familia.
A las 10 de la mañana de este lunes, el grupo se reunió nuevamente bajo las órdenes de Leandro Romagnoli para retomar la preparación. Según lo previsto, el Verdinegro entrenará en un solo turno durante toda la semana y el sábado emprenderá viaje rumbo a Mendoza. Allí concentrarán en un hotel céntrico a la espera del choque del domingo, una verdadera final ante el Tomba.
El partido se jugará el domingo 2 de noviembre a las 18.30 en el estadio Feliciano Gambarte, escenario al que San Martín regresará después de casi 20 años. La última vez que el Verdinegro pisó ese suelo mendocino fue con triunfo por 3-1, con goles de Ángel Puertas, Lucas Wilchez y Carlos Castilla.
Este nuevo capítulo del duelo llega con ambos equipos en situaciones comprometidas. San Martín se encuentra séptimo en el Grupo B, dentro de la zona de clasificación, pero no podrá disputar los play off si pierde la categoría. En la tabla de promedios aparece anteúltimo, apenas por encima de Aldosivi, mientras que en la tabla anual también ocupa esa misma posición, por lo que hoy estaría descendido. Sin embargo, Godoy Cruz apenas lo supera por un punto (26 contra 25), lo que convierte al clásico en un duelo directo.
Con ambos equipos necesitados de sumar y con la pasión cuyana a flor de piel, el domingo promete ser una jornada de alta tensión.