Después de un año de mucho fútbol, el campeonato local llegó a su fin y tuvo a San Lorenzo de Ullum campeón por duplicado: en el Torneo de Verano y la Superfinal. Un equipo que se hizo de abajo y se colgó un proyecto al hombro que a la larga dio sus frutos. Siempre les tocaba quedarse en la puerta de la clasificación, pero con trabajo, la cosa se empezó a revertir. Una nueva apuesta de Luto Molina y a contratación de un arquero que le terminaría dando mucho al club de la Villa Aurora. Tiempo de San Juan y una charla con Maximiliano Robledo, el amo y dueño de los tres palos del Cuervo: futbolista, chofer y jefe de cocina. Jornada completa.
Elegir la posición de arquero ya te hace diferente. Muchas veces se dijo que los 'más locos' son los únicos capaces de ponerse abajo. Si bien su primera intención fue ser goleador, Maxi (31) mencionó que su tía Alicia fue la que lo motivó a ser arquero: "Me inspiró mi tía. Cuando llegué a la primera escuelita que ella me llevó, yo quería jugar de 9, pero en la villa donde vivía lo hacía de arquero, entonces ella fue una de las principales motivaciones que tuve para atajar", reconoció.
Maxi Robledo hizo su camino en varios clubes sanjuaninos: empezó con inferiores en Peñarol, para luego pasar por Atenas, Desamparados, Los Andes de Tudcum, dos clubes de la Liga Caucetera, Rivadavia, Del bono y Alianza. Este año, por un llamado que lo sedujo, se fue a San Lorenzo donde conquistó dos torneos en una semana y se convirtió en estrella al atajar penales decisivos que llevaron al Cuervo a hacer historia.
Fuera de los tres palos, el arquero cumple el rol de papá de dos nenas, trabaja de chofer para una empresa multinacional y es jefe de cocina los fines de semana en un emprendimiento que comenzó hace dos meses: "El trabajo siempre es la prioridad, muchos saben que del futbol local no se vive y menos teniendo una familia", contó el portero del Cuervo.
San Lorenzo de Ullum hizo historia: consiguió quedarse con dos finales en una semana y eliminó tres grandes del fútbol sanjuanino. San Martín en semifinales, Desamparados en la final del Torneo de Verano y a Unión -el último campeón- en la Superfinal. Con el Víbora y con el Azul, se definió todo desde los doce pasos y Maxi Robledo fue un as del Luto Molina al atajar dos penales.
"Los campeonatos significan mucho. En menos de una semana conseguir tantas cosas, es una satisfacción enorme, un logro muy importante, pero todo es por el grupo. Son muy buena gente y eso llevo a que lo consigamos. Estoy feliz por haber aportado ese granito de arena que fue importante y contento de haber ayudado en algo al Club San Lorenzo de Ullum", cerró el arquero que reside en Capital.