Dio pelea, pero no alcanzó. Boca Juniors cayó 2-1 frente al Bayern Munich en la segunda fecha del Mundial de Clubes y ahora depende de varios resultados -incluida una goleada en la última jornada- para poder avanzar a los octavos de final del certamen. El partido se disputó este viernes en el estadio Hard Rock de Miami, ante una multitud xeneize que acompañó al equipo argentino.
El equipo dirigido por Miguel Ángel Russo quedó con un punto y una diferencia de gol de -1. En tanto, Benfica -que en la primera fecha había igualado 2-2 con Boca- llegó a cuatro unidades y +6 de diferencia tras golear al Auckland City. Así, para clasificar, el Xeneize necesita que el conjunto portugués pierda en la última fecha ante el Bayern y, al mismo tiempo, deberá superar ampliamente a Auckland City en su cierre de grupo. La diferencia de gol será clave.
El duelo ante el Bayern comenzó cuesta arriba. Aunque a los 7 minutos el equipo alemán había convertido un gol tras un córner, el tanto fue anulado por una infracción de Gnabry sobre Marchesín, revisada a través del VAR. Sin embargo, la presión del equipo de Tuchel no bajó. A los 17, tras una serie de errores defensivos de Boca y un mal cierre de Advíncula ante Coman, Harry Kane aprovechó la pelota suelta y cruzó el remate para abrir el marcador. Dos minutos después, Gnabry estuvo cerca del segundo con un disparo que cruzó todo el arco.
Recién a la media hora de juego, Boca logró acercarse con algo de peligro al área rival. Fue un tramo breve de reacción: Marchesín salvó dos veces ante Olise, mientras que Zenón exigió a Neuer del otro lado. Pese a ese impulso, Bayern volvió a tomar el control antes del cierre del primer tiempo.
Ya en el complemento, Boca mantuvo su idea de esperar y buscar alguna réplica. Tuvo su recompensa a los 21 minutos, con una gran jugada individual de Miguel Merentiel, quien dejó varios rivales en el camino y definió ante el arquero alemán para poner el 1-1 parcial. El empate desató el festejo tanto en el banco como en las tribunas, y por unos minutos el Xeneize soñó con una hazaña.
Sin embargo, el Bayern volvió a golpear en los instantes finales. En el minuto 88, luego de una larga posesión y una buena combinación ofensiva, Olise encontró espacio en el área y marcó el 2-1 definitivo, dejando a Boca sin margen de error.
Con este resultado, el conjunto argentino ya no depende de sí mismo y deberá esperar una derrota de Benfica frente al Bayern, además de golear a Auckland City, para poder clasificarse entre los mejores del grupo. La última jornada será decisiva.