Tras la victoria, clasificación a cuartos del Reducido y festejo en el campo de juego, Raúl Antuña se dirigió al "corralito" para charlar con la prensa sanjuanina. Allí habló de que los jugadores disputaron el choque con Gimnasia y Tiro como "una final" y se refirió a las otras cinco batallas que le quedan a San Martín para alcanzar el tan deseado ascenso.
"Fue una definición apasionada. Los jugadores lo jugaron como una final y estoy contento por ellos, porque sé del esfuerzo que hacen día a día y lo ilusionados que están. Saben lo que se juega y tiene sentido de pertenencia. Además es un plantel que combina juventud y experiencia. Así que esperemos seguir con esto, no es un camino fácil pero se lo merecen", expresó de antemano el entrenador verdinegro.
Sobre el partido, Antuña expresó que el equipo siempre se mostró "bien" aunque por momentos le costó el control de la pelota: "Les dije en el entretiempo que se tranquilizaran, que se tomaran un segundo. El gol de ellos llegó por un error en la transición y el partido se puso bastante tenso, pero por suerte lo pudimos resolver; nunca perdimos la confianza".
Quilmes, el próximo rival. Será un choque de ida y vuelta, con San Martín con ventaja deportiva y definiendo de local (beneficio adquirido después de terminar segundo en la tabla general).
Aunque prefirió no profundizar sobre el próximo rival -por ahora podría ser All Boys o San Telmo-, Antuña resaltó lo importante y difícil que será el choque de cuartos. "Dimos un pasito y nos quedan cinco más por dar. Es una escalera al ascenso bastante dura. Pero estamos bien", apuntó.