En menos de 48 horas la Copa América dará comienzo en Brasil en medio de un clima enardecido. Los fanáticos de la redonda empezaron a palpitar el torneo con apuestas y clásicos memes, los futbolistas ya se encuentran concentrados y los entrenadores, después de entregar las listas a Conmebol, ya piensan en la alineación y planteos tácticos. Detrás del contexto deportivo, una situación epidemiológica que ha generado casi un estallido en uno de los países más futboleros del mundo, también el segundo país con más muertes por Covid-19. Cecilia Herrera, sanjuanina que vive en la ciudad brasilera de Paraty desde noviembre pasado, cuenta que hay un fuerte rechazo para con el certamen continental y que allí hay más interés por la vacuna que por el fútbol.
"La Copa América no ha sido una motivación para los brasileros. Están muy enojados con el presidente (Jair Bolsonaro). Cada estado está ocupado en comprar vacunas, en seguir vacunando a la gente, sobre todo a las personas mayores. Pero la vacunación está lenta y la gente está más enfocada en eso, que en el torneo u otra situación", comentó la joven, quien es terapeuta holística, masoterapeuta, profesora de yoga y también tarotista.
Brasil recibirá al certamen internacional tras la baja de las sedes de Colombia, por su conflicto social, y de la Argentina, por la situación sanitaria derivada por la pandemia. Esto no cayó muy bien en los ciudadanos brasileros, e incluso los futbolistas de la Selección señalaron que participarán de la Copa pero expresaron su desacuerdo con que la misma se lleve a cabo en plena pandemia. "Hubo famosos que salieron a cuestionar la realización del evento. El pueblo está súper enojado. Hace poco hubo una manifestación al respecto", comentó la joven.
Cecilia contó que la situación sanitaria en Brasil es crítica. Este viernes alcanzaron los 484.235 muertos desde el inicio de la pandemia y la cifra diaria de contagios es realmente alarmante. Afirmó que en Río de Janeiro, junto a Brasilia, Cuiabá y Goiania, una de las ciudades que recibirá a las selecciones, todavía se mantienen fuertes restricciones para bajar los contagios.
"La mayoría de las ciudades están cerradas o hay horarios limitados. Yo vivo en la ciudad de Paraty, una de las pocas que tiene los bares funcionando y el turismo habilitado. Pero en otros lugares está súper mala la situación. En Río, por ejemplo, está diferente, parece una ciudad fantasma. Hay movimiento, pero muy poco. No parece Brasil, es completamente diferente porque no hay fiestas y no está permitida la zamba en las calles", agregó.
Además comentó que no está permitido el fútbol ni los deportes en espacios cerrados: solo están permitidas las actividades al aire libre. "Cuando suben los contagios, vuelven las restricciones. Pero eso depende de cada estado. Por eso hay mucho enojo, porque la situación no cambia y se realiza una Copa América. Yo no sé mucho de deportes, pero hay poco interés por el torneo y eso que es un país muy futbolero", cerró la sanjuanina. .