Lo que nadie sabe del histórico ascenso de San Martín contado por sus héroes protagonistas
Compromiso, unión, ‘huevo’ y corazón, una compilación de historias contadas por ellos, los que fueron en busca de un solo objetivo: ascender a la Primera División. Los jugadores y sus testimonios de emoción y garra.
El equipo de San Martín de la temporada 2006 – 2007 fue diferente. Hubo unión, compromiso y un arduo trabajo. Todos iban hacia el mismo lugar: que el verdinegro fuera el mejor y quedara en la historia. Y así fue que un 16 de junio de 2007 el Santo sanjuanino consiguió lo que se creía imposible: ascendió a Primera División. El equipo “chico” de San Juan, del que nada se esperaba, renació para quedarse en lo más alto.
Ese 16 de junio fue inolvidable, lo afirman todos los protagonistas. Tiempo de San Juan charló no solo con los que lo vivieron desde adentro del campo de juego, sino también los del banco de suplentes o los que estuvieron en la platea porque no quedaron seleccionados en los 18. Fue inolvidable por dos cosas: porque era la primera vez que San Martín ascendía y por la forma que se dio, ganándolo agónicamente en el último minuto.
Para alcanzar el objetivo hubo compromiso, disciplina y trabajo. Así lo recalcan los 8 jugadores que fueron parte de este equipo: Cesar Monasterio, Raúl Antuña, Sergio Plaza, Ernesto Fullana, Lisandro Sacripanti, Facundo Nicolás Torres, Gabriel Roth y Luis Tonelotto. Todos los jugadores sacrificaron mucho para conseguir esta alegría: dormir en hoteles que no tenían enchufes, hacer viajes interminables con colectivos semi-cama, trabajar en un gimnasio que no tenía los aparatos correspondientes entre otras cosas.
Ellos mismos lo cuentan, han pasado 13 años, pero es un recuerdo que jamás olvidarán. ‘Tete’ Quiroz fue el que consiguió la gloria, pero todos se acordaron de alguien más: el grandioso trabajo que hizo Gustavo Quinteros al afianzar este equipo que lo armó con el único proyecto de ascender.
LUIS TONELOTTO
“Me hablan más para esta fecha que para mi cumpleaños”, es lo primero que dice el entrerriano ahora técnico del Club Atlético Uruguay de Entre Ríos y que disputa el Federal Amateur. Es el ídolo de todos los verdinegros. El autor del gol inolvidable a los 53’ y del que nadie se olvidará.
Sus anécdotas han sido contadas en cientos de ocasiones pero Luis sigue diciendo: “Es la mayor alegría futbolística que tuve. El ascenso fue único por la forma que fue y por ser la primera vez”. Su gol se ha reproducido miles de veces en las redes, por eso Tiempo de San Juan preguntó algo diferente: los recuerdos íntimos. Esa noche previa al 16 de junio los jugadores la vivieron con nerviosismo pero también con optimismo: “Nadie durmió de los nervios que había en esa concentración, siempre tuvimos la sensación que íbamos a ganar. Estábamos convencidos que íbamos a hacerlo”. Yendo al estadio explicó: “Lo que más recuerdo es llegar al estadio por la Circunvalación. Tardábamos 2 o 3 minutos en llegar, pero por la multitud que nos acompañó se convirtió en un viaje de 20 minutos”. Sobre el partido admitió algo sobre el primer gol, penal que le cometieron al ‘Cano’ Gómez: “Me temblaban las piernas al patearlo”. Después del histórico gol, recuerda a quien abrazó por primera vez y no fue ningún compañero ni familiar, sino al utilero: Abel.
Sobre el equipo aseguró que “era un equipo que no tenía figuras y todos queríamos gloria. Todos estaban en la misma onda y con el mismo objetivo”. Ese San Martín estaba naciendo y Luis comenta que charlando con Jorge Miadosqui le decía que no podía pagar la luz. “Fue un inicio para el verdinegro”, finalizó.
CESAR MONASTERIO
Gloria del arco verdinegro, otro de los pilares que fue protagonista revivió todo lo sucedido ese día. “La verdad que recuerdos lindos, un momento con nervios y con mucho en juego, veníamos de perder en Buenos Aires y la expectativa era muy grande”. Él remarcó un momento importante, el gol de Brusco de tiro libre y sobre ese momento apuntó: “A partir de ese gol la confianza era tremenda, estábamos más enteros y en ese alargue lo íbamos a ganar. Luis hizo un gol para la historia como si fuera de película. Cuando terminó, todo era tremendo, un mar de gente. No se veía nada”.
Su recuerdo, su primer abrazo fue al ‘Pelusa’ Ortega y después dice que no recuerda más por la alegría y la exaltación popular.
Todos hablan que San Martín arregló con el árbitro por los 8 minutos de agregado que dio. Pero Monasterio está seguro de algo: “El ‘Turco’ Mohamed le hacía seña para que entren al campo de juego y la policía hizo todo lo posible para que no lo hicieran. Ese tiempo que se perdió ahí, no se dijo en el relato porque el partido se cortó por esta situación”.
GABRIEL ROTH
El mediocampista polivalente, que jugó ese partido como enganche, contó: “Yo le pregunté a mi amigo Facundo Torres ‘¿qué hacemos mañana?’ y me fue claro, 'quédate tranquilo que mañana vamos a salir campeón'”. Roth reafirma algo en toda la entrevista: la unión. “El equipo estaba convencido que iba ascender”, agregó. Sobre él dijo: “Fui un jugador muy resistido en la platea, a mí no me importaba. Sabía muy bien que los silbidos los iba a transformar en aplausos, me puse en la cabeza el objetivo que ya los iba a cambiar”.
“Veníamos todos de un mal año, no teníamos un buen presente (jugadores que llegaron a San Martín ese año), Gustavo Quinteros armó el equipo perfecto. Cuando el grupo está bien, el objetivo lo lográs seguro. Fuimos de menor a mayor. Nosotros sabíamos muy bien de dónde veníamos, que era de bien abajo”, terminó diciendo.
SERGIO PLAZA
El cuatro histórico de San Martín, que sufrió junto con Monasterio el partido con Racing de Córdoba para no jugar la promoción para descender, expresó la importancia que tuvo el gol de Brusco de tiro libre. “Quedamos convencidos que íbamos a ganar ese partido, lo teníamos ganado”, alegó.
De ese día no sobrevivió nada: “Creo que me guardé la camiseta, se la di al utilero para que me la guardara, porque quedé en calzoncillos" dijo entre risas.
LISANDRO SACRIPANTI Y FACUNDO TORRES
Lisandro asegura que el gol de Brusco fue crucial en este partido, cambió todo. “El resultado fue una alegría inmensa para todos, algo histórico para la provincia”, expresa. “Recuerdo que se me vino toda la gente y nada más”, añadió. Y como joda terminó contando: “Cuando vine a Unión de Villa Krause le dije a mis compañeros ‘miren muchachos yo vengo acá para ascender’ y así fue”.
Facundo Torres vino junto con Gabriel Roth desde Gimnasia de Jujuy y entre risas confesó: “Cuando llegamos acá en los diarios solo aparecía hockey sobre patines y no hablaban de fútbol, y le dije: ‘a dónde nos venimos a meter’ y mirá como terminó todo”. Facu fue sincero, sintió el pitido y fue con su familia, la que siempre lo acompañó, con quien celebró primero: “Me di vuelta y salude a mi papá que estaba en la platea”.
LOS DOS JUGADORES QUE LO VIERON DESDE LA PLATEA CULPA DE LAS LESIONES: RAUL ANTUÑA Y ERNESTO FULLANA
Ambos jugadores de la provincia vivieron este glorioso momento desde la platea, pero a lo largo del año fueron pilares principales en el armado de este equipo. En el camino aparecieron las lesiones, que los castigaron. “Es uno de los recuerdos más lindos que uno tiene en la memoria y más por haber nacido en la institución”, dice Antuña. Su lesión en la rodilla izquierda con Huracán de Tres Arroyos lo marginó la última parte del campeonato: “Yo seguía jugando lesionado, pero antes de viajar para jugar contra Talleres le dije a Tete que ya no debía jugar”, expresó.
Ernesto, que se juntó con Nicolás Herrera en la platea oeste para ver el partido, también lamenta no haber sido parte de ese equipo por la lesión que tuvo. “En el calentamiento previo con Tigre me lesioné los meniscos. Después volví, pero Quiroz cambió la forma de jugar y yo no entraba en ese esquema”, analizó. Por esta razón fue quedando afuera del equipo. “Recuerdo al ‘Turco’ haciéndole señas a los hincha de Huracán para que entraran. La verdad nos tomó a todos por sorpresa el gol de Tonelotto, pero el gol de Brusco nos volvió la ilusión, todos se volvieron a poner en el partido”, concluyó.
De esta gran hazaña fueron parte 25 jugadores. Todos con el mismo objetivo dejar a San Martín en lo más alto del fútbol. El 11 inicial: Cesar monasterio; Alejandro Gómez, Sebastián Brusco, Sergio Plaza, Ariel agüero; Félix Décima, Mario Pacheco, Gabriel Roth, Facundo torres; Lisandro sacripanti y Luis Tonelotto.
Completaban la lista: Nicolás Herrera, Alexander Álvarez, Marcos Bolzan, Raúl Antuña, Daniel Díaz, Maximiliano Kondratiuk, Ernesto Fullana, Marcelo Laciar, Fernando Merlo, Maximiliano Herrera, Pablo Cuba, Hernán Ferri, Alejandro Botero Y Matías García. Todos al mando de ‘Tete’ Quiroz.