El camino para convertirse en entrenador del Real Madrid no fue fácil para Zinedine Zidane. Sin embargo, el hecho de haber sido jugador está a su favor pues ha podido compartir con los mejores DTs del mundo. Sin duda, estos lo inspiraron para dedicarse a ello.
Uno de los más importantes en su carrera fue Aimé Jacquet, gracias a quien ganó el Mundial de Francia 1998. Este hecho lo catapultó a la famapues se coronó como uno de los mejores jugadores del evento.
Quien también merece ser mencionado es Vicente del Bosque. Y es que pudo levantar una Champions League cuando este lo entrenaba. Una verdadera inspiración de lo que debe de ser un entrenador.
El primer gran legado lo heredó Zidane del italiano Marcello Lippi, en Juventus. Del 96 al 2011 se lució y ganó casi todo en Italia: Liga, Copa, Supercopa y Copa Intercontinental.
Con Vicente Del Bosque logró conseguir la Champions League. El español encajó a los galácticos, acción con la que Zidane pudo conocer cómo llevar a la gloria a un equipo asimétrico.
Cuando Zidane era el DT de la filial del Real, visitó a Marcelo Bielsa en sus entrenamientos con el Olympique de Marsella.
En febrero de 2015, Zidane visitó al Bayern. Allí experimentó en vivo los entrenamientos de Pep Guardiola. Aprendió de su destreza para la posesión del balón.
El 1998 levantó la Copa del mundo en el Mundial de Francia junto a Aimé Jacquet.