All Boys se aprovechó de los espacios que dejó Independiente y aunque el 3-0 es excesivo, refleja la realidad de uno y otro: el equipo de Romero sigue metido entre los de arriba y el Rojo perdió dos partidos consecutivos y recibió seis goles.
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SUSCRIBITEAll Boys se aprovechó de los espacios que dejó Independiente y aunque el 3-0 es excesivo, refleja la realidad de uno y otro: el equipo de Romero sigue metido entre los de arriba y el Rojo perdió dos partidos consecutivos y recibió seis goles.
Discreto. Conocedor de sus limitaciones pero más de sus virtudes. Ordenado. Efectivo. Las virtudes por las que All Boys, con un equipo diezmado por las lesiones (se le sumó Soto que debió salir) pero entero en su núcleo, goleó a Independiente 3-0 y, con 24 puntos, sigue metido entre los que buscan el título. El Rojo, en cambio, perdió su segundo partido al hilo (ante Arsenal), en los que recibió seis goles en contra. Díaz bravos los que vive Cristian, quien no tuvo un cumpleaños feliz…
La diferencia, es cierto, fue excesiva. Porque Independiente tuvo chances para ser el primero en abrir el marcador, para empatar, para darlo vuelta. Pero le faltó suerte. Porque minutos después que la pelota de Monserrat pegara en el travesaño (gran jugada del pibe Pizzini), un pelotazo frontal le pegó en la cara a Galeano y terminó en gran definición de Morel para el 1-0. Y también eficacia: Cambiasso le tapó, primero con el pecho y después con la mano derecha, dos tiros a Villafáñez. Y porque el Tecla Farías pateó y cabeceó siempre cerca pero nunca adentro, porque Parra también amagó con gritar. Y en cada distracción de Independiente, que prescindió de Tuzzio por una molestia, All Boys aprovechaba para festejar. Con Rudler en una gran definición del pibe y para cerrarlo con Matos. Fue demasiado abultado, pero hay un merecimiento: el de pegar cuando se puede. Independiente no supo cómo hacerlo. Y lo pagó caro. Fuente: Olé
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