Impresionante, conmovedor, emocionante y grandilocuente. Los adjetivos quedan cortos ante tamaña muestra de pasión que le puso el público argentino al inicio de la serie de la Davis. Desde temprano, los hinchas nacionales fueron colmando La Cartuja. Y sí, otra vez, fueron locales.
El momento del himno marcó el punto escalofriante de la primera jornada. Los argentinos hicieron retumbar Sevilla ante los fríos españoles que aplaudían de pie. Después, en su turno, apenas esbozaron las estrofas de su canto patrio. Sin dudas, fue tan emocionante que David Nalbandian no pudo esconder sus lágrimas, tal como había sucedido en semis ante Serbia.
Banderas, pelucas, caras pintadas y cintas celestes y blancas decoran el estadio de Sevilla, que dejó de lado el chaparrón que cayó para inundar la cancha hasta ese fuego sagrado de los hinchas argentinos que secó tanta humedad. Ellos ya son los campeones de esta Davis. (Fuente:infobae.com)