Una postal típica de Valle Fértil es el río que atraviesa gran parte del departamento, ofreciendo paisajes verdes rodeados de agua entre las montañas. Desde hace un tiempo esa imagen no es tan común entre las sierras. La falta de lluvias en la zona viene profundizando la crisis desde el 2023, provocando incendios en algunas zonas, generando inconvenientes a los productores que han perdido cultivos o han tenido que reducir las siembras por la falta de agua, como también impactando de lleno en la actividad turística.
Una de las imágenes más crueles de la sequía en el departamento del Este se da a los márgenes de lo que ahora es un lecho prácticamente desierto que recuerda el Río San Agustín, en la cabecera del departamento. A metros del dique, el cauce de agua que solía estar presente en la zona era ideal para el turismo que disfrutaba del verano, el agua, las montañas y el verde del paisaje. Hoy todo es arena, piedras y sequedad.
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La zona por donde corría uno de los brazos del Río San Agistín, hoy totalmente seco.
La escasez de agua se comienza a notar ingresando al departamento. El follaje verde de las sierras ya no es el mismo, y los distintos brazos que se desprenden del Río San Agustín están secos o presentan una disminución preocupante del caudal de agua.
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Río Las Tumanas - Valle Fértil
Vecinos de la zona comentaron que esto sucede porque Valle Fértil es el único departamento de San Juan al que no llega agua de deshielos, sino que todo proviene de lluvias. Al bajar el nivel de precipitaciones, disminuye el nivel de escurrimiento, quedando como alternativas para hacer frente a la sequía el Dique San Agustín y el agua subterránea.
Es precisamente en esos dos puntos donde está trabajando Hidráulica en conjunto con las Juntas de Riego del departamento y la Municipalidad de Valle Fértil, con el objetivo de mitigar el daño que está provocando la falta de agua en varios sectores.
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Lo que queda del Río San Agustín, a metros del embalse en la cabecera del departamento.
En diálogo con Tiempo de San Juan, el titular de Hidráulica, Raúl Ruiz Sendra, explicó que se está abordando la recuperación del Dique San Agustín. “Habíamos detectado un grave problema, que era la pérdida de agua del dique, cada vez con mayor intensidad por la rotura de dos conductos. Al detectar esto, trabajamos en el reacondicionamiento y la reparación”, precisó el funcionario.
Además, se realizaron trabajos de reparación en la torre del dique, renovando las compuertas en su totalidad.
El objetivo es utilizar el embalse que se construyó en 1946 y cuyo principal objetivo es abastecer de agua al departamento durante los periodos de sequía. En este caso, el propósito es destinar el recurso al sector productivo agrícola, que se encuentra en uno de los momentos más crudos de la última década.
Daniel Sánchez, dueño de una finca ubicada en Baldes de las Chilcas, a escasos kilómetros de San Agustín, comentó que la falta de agua lo obligó a reducir drásticamente la cantidad de superficie cultivada. “Realizamos riego por goteo cuidando al máximo el recurso, pero cada vez hay menos agua y eso se nota”, detalló.
Precisamente en lo que es Baldes de las Chilcas y el sector considerado “zona baja” es donde se está avanzando en soluciones por parte de Hidráulica. Sobre el Callejón Belgrano se están ejecutando dos perforaciones, con una distancia de 100 metros entre ambas. La intención es obtener el caudal suficiente de agua para poder abastecer de recurso a las más de 300 hectáreas que desde hace varios años no cuenta con el recurso hídrico por la falta de infraestructura que había en la zona.
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Los trabajos de perforación en el Callejón belgrano abastecerán de agua localidades como Baldes de las Chilcas.
Con las perforaciones realizadas, resta avanzar con los trabajos de cañería, bomba y tablero. “En el corto plazo se pondrá en marcha el servicio de agua en el sistema que estaba abandonado. Con estas obras apuntamos a mitigar los efectos de la sequía prolongada”, indicó Ruiz Sendra.
Un detalle no menor es que, conforme a los estudios realizados por Hidráulica, el agua de las perforaciones será suficiente al menos para abastecer a la zona, siempre y cuando se recupere el régimen fluvial en los próximos años. Caso contrario, la crisis se podría profundizar teniendo en cuenta que el agua es un recurso finito en San Juan.
Ante el panorama incierto que ofrece la sequía, Ruiz Sendra aseguró que están analizando varios proyectos para desarrollar en la zona en caso que se profundice la falta de agua, afectando la cota del embalse del departamento.
El impacto negativo por falta de agua en el sector agrícola no es el único problema que registra Valle Fértil. La preocupación también se traslada al sector turístico, teniendo en cuenta que el valle rodeado de agua suele ser uno de los principales atractivos para las temporadas de verano. Es por ello que desde el municipio están analizando estrategias para posicionar al departamento como destino, potenciando diversas riquezas.
Así lo aseguró Marcos Carrizo, quien está a cargo del área Turismo, correspondiente a la Dirección de Deportes, Cultura y Turismo del municipio. “La idea es tratar de reforzar los destinos que durante cierto tiempo tuvieron menos difusión. Hay lugares que son muy lindos. Contamos con arroyos con agua, pero no son suficientes y no sabemos cómo llegarán al verano. La intención es poner énfasis en la naturaleza que tenemos acá”, indicó.
Dentro de los puntos que pretenden poner en valor, se encuentran Astica, Usno, La Majadita, Balde de las Chilcas y las sierras en su totalidad, potenciando la actividad artesanal con el desarrollo de distintos eventos culturales.
Reforzar el turismo de evento, enfocado en lo deportivo, también forma parte de las estrategias. En vista está la organización del Mundialito Infantil de Fútbol, además de las nuevas ediciones del Trail bajo la luna y del Safari tras las Sierras, dos hechos muy convocantes que tiene su impacto en los hospedajes de Valle Fértil.
La sequía de Valle Fértil es un tema que preocupa y ocupa a todos los actores involucrados de una u otra manera con el recurso hídrico. De la presencia de agua depende la prosperidad de la actividad agrícola, el desarrollo del turismo, pero también el ánimo de la población que, acostumbradas a un paisaje fértil, como el nombre del departamento, hoy deben enfrentar un escenario árido y crítico.