Cualquiera que visite o viva por los alrededores de la Feria y Mercado de Abasto de la Capital, seguramente alguna vez se ha cruzado con el “Tapita”, un hombre de alrededor de 40 años que cuida autos por la zona. Con una vida muy difícil sobre sus hombros, siempre ha vivido en situación de calle y no conoce su identidad: no tiene familia ni DNI, no sabe su verdadero nombre.
El trámite para realizarse el DNI se inició hace tres años y la directora de Desarrollo Humano de Capital lo tomó al caso hace dos. Por eso, el caso está judicializado en el Juzgado de Familia, esperando que se termine de investigar sobre toda su vida para que la jueza decida sobre el desenlace de la búsqueda de su identidad.
A principios de este año, el “Tapita” empezó la primaria en la escuela Tambor de Tacuarí, donde está aprendiendo a leer y a escribir. Esta experiencia no está registrada ya que no tiene un documento que avale su identidad, pero de igual manera lo aceptaron y le dan clases durante los días de semana.
Hace más de un año que duerme todas las noches en el Refugio Proyecto Águila, espacio que comparte junto a otras personas que están en la misma situación de calle que él, a las cuáles ha definido como su verdadera familia. Con emoción y lágrimas en sus ojos, contó a Tiempo de San Juan lo que significan para él el refugio y las personas con las que lo habita. Sin lugar a dudas, "Tapita" se merece lo mejor para su vida y, rodeado de la gente que lo acompaña, lo mejor, seguro, estará por venir. ¡Vamos Tapita!