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Día Nacional de la Enfermera

Vivir para sanar: la historia de una enfermera en su día

Luego de una vida dedicada al cuidado de familiares y tras superar una grave afección, Catalina Canitrot tomó la salud de los demás como su vocación y trabajo.

Por Santiago Staiger

Catalina Canitrot es enfermera comunitaria, tiene 55 años y forma parte de la primera promoción de egresados de la Licenciatura en Enfermería de la Universidad Nacional de San Juan. Se dedica con pasión a la atención primaria en el Centro de Salud Ramón Carrillo de Chimbas desde el 2014. Tiempo de San Juan la contactó en el Día Nacional de la Enfermera para visibilizar el indispensable trabajo que hacen los profesionales de la salud en las zonas periféricas de San Juan.

Una historia personal signada por el cuidado a otras personas:

Catalina afirma que en su historia familiar siempre ha sido “enfermera”, aunque no de manera profesional sino por la labor de la atención a familiares con distintas patologías. Estudió sociología pero no se recibió, y cuando pusieron la carrera de Enfermería en la Universidad Nacional de San Juan supo que era el momento para dar un paso en su vida. “Básicamente fue después de que tuve cáncer, y eso me hizo un click: lo que no te mata, te fortalece. Así que dije que tenía que hacer algo por mí, para mi satisfacción personal y me la jugué por esto. Todos los astros se alinearon”, sostuvo. En su entorno familiar la apoyaron muchísimo, tanto sus tres hijas como su marido.

Catalina vacunando en una escuela.

Para “Caty”, ser enfermera es más que poder brindarle la atención puntual a un paciente, sino que también es una labor de contención. “Hay pacientes que vienen todos los días a medirse la tensión arterial, pero lo que necesitan es otra cosa: que los escuchen, que los contengan, que les den afecto. Una enfermera tiene que saber brindar todo”, afirmó luego de resaltar la importancia de la Salud Pública sobre todo en momentos de crisis económica.

Su trabajo como enfermera comunitaria en atención primaria de la salud:

Catalina trabaja en el Centro de Salud Ramón Carrillo, en Chimbas, lo que se considera atención primaria. Allí realizan tareas de diagnóstico, prevención y curación, entre otras cosas, buscando beneficiar a la comunidad en su totalidad. En la provincia hay diferentes servicios de salud pero también hay mucha gente que no puede acceder a ellos por las distancias o por cuestiones económicas, por eso existen este tipo de salas lejos de los hospitales centrales. En Chimbas hay doce centros de salud que buscan una retroalimentación con la comunidad.

Allí se hacen diversos abordajes como la detección de diabetes, hipertensión, estudios de HPV y métodos para su detección, entre otras cosas, como también un seguimiento del paciente. A la vez se articula con distintas instituciones barriales, como las uniones vecinales o clubes deportivos.

“El trabajo que se hace en los centros de salud podría tratarse como salud comunitaria, porque uno trata de atender al individuo que es como un iceberg, es la puntita de situaciones familiares y a la vez de la comunidad”, indicó Catalina, que además sostuvo que si bien hay que generar un vínculo, no se tiene que perder el límite entre la relación enfermera-paciente.

El equipo de profesionales de la salud del Centro de Salud Ramón Carrillo de Chimbas.

Sobre la tarea con la comunidad, lo primordial pasa por lograr que el paciente tenga un autocuidado, ya que no pueden cuidarlos a todos: “Hay que generarles conductas de autocuidado, enseñar y educar sobre cómo deben cuidarse y sobre cuáles son los signos de alarma que tienen que conocer. En este sentido, hay mucho por hacer”.

Para Catalina, la información que se recolecta debe canalizarse con algún servicio. “Por ejemplo, en problemas de hipertensión y obesidad se articuló con otra institución municipal. Hace mucho tenemos actividad física para ellos y es impresionante cómo van tres veces por semana, así haga calor o frío, a hacer su actividad física. Así han podido controlar mucho los picos de tensión arterial y también su diabetes. El paciente viene, se hace el control, va al nutricionista, va al psicólogo si hace falta, algunos se enteran ahí que tienen una patología y si no viene se hace un seguimiento, se les llama por teléfono para conocer qué les pasa que no vienen”, indicó.

Por último, agregó: “Una genera vínculos especiales con el paciente, porque ya lo conoce, lo registra, sabe si ha venido, si ha faltado, cuándo fue la última vez que vino. Hay una diferencia grande en ese sentido con la parte hospitalaria donde esto no se da, salvo que tengan a un paciente internado desde hace años. Son trabajos diferentes, no es que uno sea mejor que otro. A mí me gusta esto, la atención primaria, la parte periférica, pero hay perfiles de enfermeros para todo tipo de atención que es muy grande”.

Día Nacional de la Enfermera:

El Ministerio de Salud de la Nación instituyó por decreto al 21 de noviembre como el Día de la Enfermera. Esto fue en coincidencia con la festividad de Nuestra Señora de los Remedios, considerada patrona de la actividad.

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