Estefanía Pozzo, Cronista Comercial
"Fue una experiencia muy intensa a todo nivel, muy exigente desde lo físico, lo emocional. Te pone a prueba todo el tiempo, los caballos, los precipicios, el cansancio, los dolores, las cosas que uno va pensando en todo ese tiempo… muy movilizante y muy alucinante lo que se genera entre la gente que lo hace, eso está muy bueno. Mi experiencia es absolutamente positiva al margen del frío, los momentos de desesperación, de querer volver en helicóptero, el pensar en lo que viene. Llegar al límite es muy groso, fue como una especie de… llegue y largue un llanto que no sabría cómo adjetivarlo, es más como una cosa de decir ‘a pesar de todo lo que uno pasa, si tenés un objetivo llegás’. Y lo más importante es el trayecto, porque ahí donde uno conoce la gente, donde uno levanta la cabeza y ve un paisaje impresionante y eso se aplica al resto de las cosas que uno hace”.
Daniela Yaccar, Página 12
"Es hermoso. Lo primero que destaco es el paisaje que es una belleza, a medida que uno va avanzando se va encontrando con algo más hermoso y más imponente. La gente es muy importante, las relaciones que se entablan, uno pasa mucho tiempo en la montaña y generar vínculos es importante. Para mí es toda una odisea porque lo primero que dije cuando me invitaron es ‘no anduve a caballo nunca’, y me dijeron ‘hay que tener ganas nomás’, ayer dudé un poco de esa respuesta. Es como un desafío personal muy fuerte, muy importante, porque aunque tengas mucha ayuda, porque siempre te están mirando y controlando que todo esté bien, la soledad es la soledad y uno no está tan acostumbrado en la ciudad, así que es un desafío muy importante. Tengo la ventaja de no tenerle miedo a las alturas y de no haberme apunado, pero el primer caballo que tuve se me desplomó de cansancio entonces me dieron otro y sufrí ese cambio. Ayer lloré un poco del dolor pero con los compañeros se me pasó y ya estaba sonriendo de nuevo”.
Montserrat Pineda, Pronto
"Es mi segunda experiencia y lo estoy viviendo distinto. En la primera había más temor y mucha expectativa, ahora es como que lo estoy disfrutando más y por otro lado tengo tiempo de acordarme cosas. En El Espinacito me pasó que me pareció más peligroso que la primera vez. Tengo como un poco de ansiedad por lo que falta pero estoy feliz”.
Sonia Sánchez, médica urgentóloga
"Es mi primera vez y lo estoy viviendo con mucha emoción y expectativas de terminar. Primero tenía miedo pero se fue a medida que avanzaba, pero la emoción no. El grupo es maravilloso, todos muy solidarios y eso me gustó mucho. Lo que me más costó, por el cansancio, fue el tramo de la bajada del Espinacito hasta el refugio Sardina, pero es porque no estaba acostumbrada a andar a caballo, son muchas horas, aunque el animal era muy bueno. Los problemas de salud fueron los comunes, mal de montaña, paspaduras, irritación en ojos, problemas intestinales. Si me vuelven a convocar como médica claro que vuelvo”.
Gilda Muñoz, Revista Cima
"Es mi tercer cruce, hice 2010, 2011 y 2015 es el que más me está costando, ya se cuáles son los tramos más largos y se me hacen más pesados. El primero vine más corajuda con toda mi valentía y este vengo más decaída, me está costando más. Las partes que sé que me van a gustar las disfruto, tengo mucha expectativa previa, me pasó con el Espinacito. No sé si me animo al cuarto, después lo disfruto más, pero ahora no sé, estoy más cansada. Me tocó un animal difícil, la bajada del Espinacito no me costó nada las dos veces anteriores y esta vez sí. Los paisajes son alucinantes, estoy enloquecida, vas muy lento y el paisaje va cambiando mucho más rápido de lo que uno piensa, es como una película que va pasando me parece majestuoso”.
Alejandra Fernández Guida, Agencia DyN
"Hace varios años que lo quería hacer así que vengo acumulando ansiedad y expectativas hace 3 o 4 años. Escuché mucho del Cruce porque tengo muchos amigos que lo hicieron y a pesar de que me contaron todo, lo que yo viví no se parece en nada a lo que me dijeron. Tengo mi propia experiencia. Me llena el alma cada charla que tengo con los chicos y cada momento de alegría y de tomar un vino. Todo eso, la comunión del grupo, más los paisajes, más estar acá sin duchas, con poca ropa, con frío, hace que esto sea mágico. Creo que van a ser los 5 días más lindos de mi vida y quiero repetirlo. Tiene la otra parte que es el esfuerzo y el miedo ante ciertas situaciones pero eso también lo hace más lindo porque puede animarte”.
Lucía Álvarez, Tiempo Argentino
"Lo había hecho en el 2010 y la experiencia las dos veces fue igual de intensa y linda. Es sacrificado por momentos pero es un sacrificio que hace que valga la pena. Me parece que tiene una camaradería, solidaridad entre todos que va haciéndolo mucho más fuerte y es lo que siente cuando llegamos al límite en esos abrazos se ve ese cuidado mutuo que tuvimos esos días. Yo un poco accidentada, me tiré de mi caballo en una bajada, pero también contenta de haber pasado la prueba del caballo. Quedé un poco dolorida, costó volver a subir pero también es eso, aprender a recuperar la confianza y perder el miedo. Yo tenía muchas ganas de llegar y despejar la cabeza y esas horas de cabalgata en la que no se te fija ninguna idea y son horas de cabalgata, es como una purga mental, eso es espectacular”.
Guillermina Cortez Sarasúa, Radio Colón
"Es la primera vez como periodista que participo y en lo personal es un desafío transmitir desde acá, porque las comunicaciones son difíciles y hay que encontrar el momento. Desde que salimos estuve pensando en la gesta libertadora en buscar siempre generar espacios de igualdad. Antes de venir estuve leyendo mucho sobre San Martín y acá tenés tiempo para pensar arriba de la mula. Después lo más importante es sin dudas el grupo humano, supongo que todos lo han rescatado, se vivió como pidió el Gobernador un alto nivel de compañerismo y lo ví, lo pude sentir, lo palpé, cuando alguien tenía un problema siempre había otra dándote una mano. Es una experiencia que sin dudas repetiría”.
Elena Schiavone, funcionaria PROSAP
"Maravillosa la experiencia desde la belleza del paisaje a revivir la experiencia de haber cruzado a pie la columna de San Martín hace casi 200 años atrás. Muy interesante que el Gobierno de San Juan promueva año a año la edición del Cruce porque es una forma de recordarle a todo el mundo el gran esfuerzo que costó la independencia y que hay que mantenerlo. En lo personal me siento orgullosa y lo volvería a repetir”.
Mónica Martín, Diario de Cuyo
"No importa si ya se cruzó la cordillera. El impacto del paisaje sigue siendo tan intenso como la primera vez. Todo me pareció una novedad que caló profundo en los huesos, incluso el frío. Pero esta vez hubo una ausencia que marcó la diferencia con otras travesías, la del Gobernador. Extrañé, como le sucedió a otros expedicionarios, ese ‘Viva la Patria’, el impulso indispensable para enfrentar El Espinacito”.
Alejandra Darín, actriz
"Tengo buena relación con los animales y me tocó un caballo buenísimo. El tiempo acompañó, creo que si hubiese sido un clima más adverso, con lluvia o nieve, hubiera sido tremendo. Lo que más me cuesta generalmente es lo humano, no lo geográfico ni el vínculo con los animales sino el vínculo con las personas. Aceptar que los otros son de otra manera, bien distinta a uno por momentos, y en un espacio reducido como los lugares que teníamos para dormir o para bañarnos. Me encantó cabalgar, es lo más hermoso de todo el Cruce. Y el contacto con la naturaleza en esa dimensión que es absolutamente distinta a la que uno tiene cotidianamente, una magnitud que supera cualquier imaginación. No tuve miedo para nada, el primer día tuve apunamiento y un poco me amargué pero sólo esos segundos, después no”.
DESTACADO
"Las mujeres son muy importantes en el grupo porque calman la histeria del hombre, y así se cuidan. Porque en situaciones límite como las de allá, los hombres son más histéricos que las mujeres, ellas compensan y nivelan esa histeria del hombre. La mujer tiene un rol importante dentro del grupo y eso nos ha venido demostrando año tras año, además es más colaboradora”, Luis Pancho Márquez, organizador.