Tiempo de San Juan crece rápidamente. Más lectores, más presencia en las redes sociales…sin embargo esa cantidad enorme de gente que semana a semana se suma al público del semanario y de la página web dice poco. ¿Por qué no opinás? Por Guido Berrini.
No crecemos poco a poco. Crecemos rápido. No es una idea. No es intuición. No es por el boca a boca que lo sé. Lo sé porque día a día se suman los contactos en facebook, crecen las lecturas de las notas en la web, los canillitas piden más ejemplares del semanario, y porque hay sitios que se dedican a eso, a medir cuánta gente nueva consume el producto semana a semana, mes a mes.
Sin embargo los comentarios de las notas crecen despacito, tímidos. Sabemos que las leen. Sabemos que acuerdan fervorosamente en algunos casos y desaprueban apasionadamente en otros. ¿Por qué, entonces, caro lector (dirían los viejos periodistas) no me lo decís?
No te prometo que te publicaremos todo. No. Si sos grosero, no te lo publico. Si me decís que tal o cual “es un choro”, así, sin más…casi como un exabrupto, sin una jodida prueba, no te lo publico. Como medio no difamamos…publicamos. Pero si me criticás con fundamento, si me invitás al debate, si me cuestionas la idea, el estilo, la forma o la sustancia realizando el sano ejercicio de la actividad intelectual…registrate, opiná y estás adentro.
No te voy a actuar el papelito demagógico de “vení, se un periodista vos también, hagamos el medio juntos”. No. El medio lo hacemos nosotros, como vos levantás paredes, extirpás un tumor, litigás en tribunales o me cortás una tira de asado. Para eso nos pagan.
Si sos de los nobles laburantes que nos llenan las parrillas de carnes tiernas, yo no me meto atrás del mostrador y te digo “correte de la sierra y dejá que el asado me lo corto yo”. No, porque ese es tu laburo. Pero sí te puedo decir “esa tira no porque es gorda”, “esa tira no porque la punta esta negrita”, o “esa tira no porque la costilla parece de un mamut”. ¿Está?, diría Carrió. Yo no hago tu laburo, pero opino. Eso tenés que hacer vos. Ahí te sirve a vos, y te juraría (si tuviera el don de la fe) que me sirve a mi también.
Arriba, en la página, tenés el botón para registrarte. Metete, dejá los pocos datos que te pedimos y opiná sobre todo lo que quieras. Lo único que se exige es buena leche…perdón…buena fe.