on 22 centímetros de felicidad. Un festín para el paladar de grandes y chicos, de pobres y ricos. Un sello de las costumbres sanjuaninas también. El lomo o lomito es uno de los platos preferidos de la gente a la hora de salir a comer afuera. Los hay de los más básicos, pan con carne sola, el famoso "radical", hasta los más complejos, con agregados especiales como palmitos, rockefort o provolone, e inclusive un invento de hace pocos años, llamado lomo-pizza que no es ni una cosa ni la otra pero resulta una combinación muy interesante al paladar y, sobre todo, suculenta.
Tiempo de San Juan se sumergió en las cocinas de 5 de las lomotecas más populares de la provincia, para desentrañar los secretos de un buen lomo especial, ese que tiene huevo y es el más pedido por los comensales calificados. ¿Qué ingredientes le ponen?, ¿qué pasos siguen frente a la bifera los lomiteros? Todo un tema, que en las lomotecas -a veces los dueños, a veces los cocineros- guardan con cierto recelo, porque se trata de los mismos componentes pero hay detallitos que hacen la diferencia, determinantes para satisfacer a los exigentes clientes y tener éxito comercial. Sobre todo, lo que distingue es la oferta de aderezos caseros, en particular mayonesa y chimi-churri o picante, cuya receta cuidan y guardan como hueso de santo.