Dos fallecimientos conmovieron a San Juan durante los últimos días. Un reumatólogo de 38 años y un jugador de handball de 33 años murieron de forma repentina. Los casos son preocupantes porque tratan de jóvenes que sufrieron afecciones cardíacas fatales, siendo personas sanas. Pero las estadísticas son claras, y según afirmó una especialista local, el 70% de los fallecidos por muerte súbita no presentó síntomas previos.
El dato fue confirmado por Julieta Vera Janavel, del Círculo de Cardiólogos de San Juan. La cardióloga afirmó que el promedio de muertes súbitas del país es de 40 mil eventos por año, significa un caso cada 15 minutos y considerando solamente a las personas denominadas sanas. Según afirmó, las estadísticas a nivel nacional son similares al escenario provincial. El 80% de los fallecimientos se debe a fibrilaciones ventriculares.
La profesional también manifestó que el 70% de los fallecidos no presentaba síntomas previos. Además, en 8 de cada 10 casos no recibieron asistencia durante los primeros minutos del evento. Otra cifra alta y preocupante es el lugar de las muertes. El 70% ocurrió en situaciones extrahospitalarias, aquí se considera una distancia mayor a tres cuadras de cualquier centro de salud.
Janavel hizo foco en la prevención. Habló sobre la nueva Ley de Muerte Súbita que rige en el país, y la cual protege a las personas que no son profesionales de la salud y asisten a los afectados. “En primer lugar, tienen que llamar a una ambulancia, y en caso de aplicar las técnicas de RCP, no debe haber temor en lesionar a esa persona porque la ley los ampara”, expresó.
También resaltó los programas aplicados en diferentes organismos públicos de San Juan, principalmente en aquellos que instalaron cardiodesfibriladores en diferentes puntos de la provincia para evitar muertes súbitas. Destacó que el colegio trabajó en campañas junto con el Poder Judicial y la Municipalidad de la Capital para concientizar sobre esta afección.
Los casos
El pasado domingo murió un joven médico, identificado como Lucas Reta Arbó, tras sufrir un infarto en su departamento de Capital. Tenía 38 años y su deceso generó dolor en la comunidad.
Daniel Romero, de 33 años, falleció en las últimas horas del último domingo en Pocito. El joven estaba jugando al handball y sufrió una descompensación. Lo enviaron de inmediato al hospital, pero murió a pesar de los esfuerzos para reanimarlo.