La noticia conmovió a San Juan. El último miércoles 8 de noviembre, los medios provinciales informaban sobre el delicado estado de salud de la cantante Claudia Pirán, quien luchaba contra la hipercalcemia. Finalmente, en horas de la noche se confirmó el deceso de la reconocida cantante. Fueron varias las historias y recuerdos que salieron a la luz tras su fallecimiento. Entre ellos, uno muy especial: cuando José Emilio Pirán y Dora Beatríz Martín decidieron adoptarla a ella y a sus dos hermanos y el amor que tenía por el matrimonio.
En agosto de 2014, Pirán habló de su historia familiar con Tiempo de San Juan. ¿Por qué se habló sobre este tema? A nivel nacional ocurrió un escándalo mediático. Silvia D'Auro, la ex esposa del conductor Jorge Rial, tildó a los hijos adoptivos de ladrones, haciendo referencia a una denuncia que realizó por un supuesto robo de sus Morena y Rocío, las hijas de la pareja en ese momento.
Tras cuestionar estos dichos, la cantante relató su vivencia. A Claudia se le humecedían los ojos cuando hablaba de sus padres. En 1972 la sacaron de Casa Cuna para darle un hogar. Ya habían adoptado otra nena hacía unos años y querían seguir armando la familia. José Emilio Pirán, quien murió hace 21 años, era contador y Dora Beatríz Martín realizaba labores de ama de casa. “Mi orgullo son mis papás”, dijo.
128630jpg.webp
Claudia y su mamá, Dora Beatriz.
Para Pirán, “la adopción es un acto de amor como el acto que tuvo mi madre biológica de traerme al mundo, el mismo acto de amor de poder asumir que no podía darme una crianza que por ahí yo necesitaba y decidió darme una mejor oportunidad dándome en adopción”.
“Yo soy la del medio de tres hermanos adoptados”, contó. Los padres de Claudia no podían tener hijos biológicos. Por este motivo, fueron a la Casa Cuna y, uno por uno, con todos bebés, fueron armando la familia. Primero adoptaron a la mayor y después a Claudia. El menor de los Pirán, Mauricio, llegó luego, teniendo ya un año y medio de edad. Claudia se llevaba 4 años de diferencia con cada uno de sus dos hermanos.
“Nos criamos como cualquier familia. Yo era muy bebé cuando me adoptaron. Vivimos toda la vida en Desamparados, por unos 10 años vivimos en el barrio Villa Nueva Palermo y después nos mudamos a la que ahora es mi casa materna en la calle Libertador y Adán Quiroga, a 7 cuadras nomás de la antigua casa. Así que siempre en el mismo barrio. Hinchas de Sportivo, puyutanos, éramos de ir a la cancha cuando era chica con mi papá”, recordó.