El mal momento que atraviesa el consumo en general, que incluso viene acelerando la salida de compañías de peso como Carrefour o el traspaso de marcas de la talla de Burger King, pega por demás duro en el ámbito de las pequeñas y medianas empresas. En ese marco, la reconocida fábrica de alfajores Los T’puales, a esta altura un clásico de Mar del Plata, tomó la decisión de cerrar sus locales de ventas y suspendió por completo su estructura de ventas mayoristas y minoristas. La compañía en cuestión notificó este movimiento a través de sus espacios en redes sociales. En 2023, Los T’puales se consagró ganadora del Campeonato Mundial del Alfajor con un producto basado en chocolate negro.
A través de sus espacios en redes sociales, los dueños de Los T’puales expresaron que "por el momento es un cierre sin fecha límite", y añadieron que "nos encantaría decir que volvemos pero no está definido".
El ocaso de una marca de alfajores que obtuvo el mayor premio
"A veces falta frenar para tomar perspectiva y recuperarse", se indicó desde la firma.
Se informó que la compañía ya cerró su local en la calle Avellaneda, entre Olavarría y Güemes, a fines de septiembre. Mientras que otro punto de venta, ubicada en Libertad y Bordabehere, permanecerá abierto "un tiempo más" aunque sin una fecha clara de cierre.
Al mismo tiempo, Los T’puales dio a conocer que suspendió por completo la venta tanto minorista como mayorista, ya sea de forma presencial como a través de su tienda online. Señaló que los únicos productos de la marca que hoy pueden conseguirse con los que se encuentran en stock en algunos comercios.
La marca en cuestión ganó la edición 2023 del Campeonato Mundial del Alfajor con un producto hecho a base de chocolate negro. En el sector de las golosinas afirman que dicho galardón había impulsado a la empresa a posicionarse como una de las favoritas del público y un referente del clásico dulce argentino.
"Sin embargo, pese al éxito, el contexto económico y la dificultad de sostener la producción habrían sido factores determinantes en la pausa de la actividad. Aunque no se brindaron detalles concretos sobre las causas, el mensaje deja entrever un intento de reorganización interna y un posible regreso, dependiendo de cómo evolucione la situación", afirmaron fuentes especializadas.
Las ventas de golosinas y dulces atraviesan un momento complejo a partir de la reducción que evidencia el consumo en general. Y la merma existente se ve reflejada en la desaparición que vienen mostrando los puntos de venta más tradicionales.
El cierre de kioscos, un síntoma de lo que ocurre con las golosinas
En ese sentido, en los últimos doce meses, unos 16.000 kioscos de barrio cerraron sus puertas en Argentina, reduciendo el total de comercios formales a menos de 100.000 de ese tipo.
Así lo aseguró Ernesto Acuña, vicepresidente de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA), quien explicó las causas de los alarmantes números que sacuden al sector, que enfrenta una crisis debido a la drástica caída de ventas derivada del derrumbre del poder adquisitivo de los consuidores.
Acuña describió un panorama desolador para el sector, destacando que la recesión económica impactó fuertemente en el poder adquisitivo de los consumidores. "El kiosco es como la postal de una ciudad, de un pueblo, pero están cerrando por varias razones. La principal es la recesión que se está viviendo desde hace tiempo", afirmó en declaraciones radiales.
La caída en las ventas fue otro factor crítico. Desde la UKRA reportaron una disminución del 40% en los últimos dos años, con una baja del 30% al 35% en bebidas durante el verano. "Se vende menos, mucho menos. No hay plata. La gente se pasa a segundas marcas, compra cigarrillos más baratos", indicó Acuña.
También destacó que los costos operativos, como alquileres y sueldos, varían según la ubicación de cada kiosco, lo que complica aún más la rentabilidad. "Un alfajor triple promedio está en $1.500, pero en algunos lugares, por alquileres más caros o empleados, los costos suben", agregó.