Por tercera sesión consecutiva el orreguismo consiguió sacar una ley que venía con fuertes objeciones ideológicas y prácticas desde el peronismo. La adhesión al blanqueo de capitales cosechó 18 votos a favor, consolidando así la construcción de una mayoría que cuenta con el apoyo del bloquismo, de monobloques con ascendente justicialista y también del chimbero, Gabriel Sánchez.
El contrapunto que se dio entre los legisladores del peronismo y del oficialismo tuvo como eje la adhesión a la ley nacional de blanqueo de capitales; para el PJ y San Juan Vuelve no había que manifestar dicha adhesión al proyecto mileísta. Hubo debate y cruce de ideas en el recinto, en una sesión que presidió Enzo Cornejo. Es que el vice Fabián Martín estuvo en ejercicio del Poder Ejecutivo porque Marcelo Orrego no podía despegar desde Buenos Aires por cuestiones climáticas.
Días antes de la sesión, se dio una reunión informal de legisladores, en la que participaron funcionarios de la Dirección de Rentas, contadores reconocidos de la provincia y personal de la Escribanía Mayor de Gobierno. Hubo lineamientos generales en los que se alcanzaron acuerdos, pero en el corazón del proyecto las posiciones fueron irreconciliables.
El orreguismo abrochó nuevamente los votos del bloquismo (que tiene tres legisladores), de Franco Aranda del Frente Renovador, del angaquero Marcelo Mallea, naturalmente de Fernando Patinella y del chimbero Gabriel Sánchez.
¿La antesala a este segundo apoyo consecutivo del gramajismo a Juntos por el Cambio podrá ser explicado con una foto? El miércoles 18 de septiembre la intendenta de Chimbas, Daniela Rodríguez de Gramajo, posteó en sus redes sociales cuatro fotografías que muestran un encuentro mantenido con el Vicegobernador. Imágenes que sellan la buena sintonía entre ambos sectores. Eso al menos sí se puede confirmar con esta publicación, que hizo ruido dentro del peronismo. Antes de este apoyo a la gestión Orrego, se dio la mano alzada de Sánchez para rescindir el contrato de El Tambolar.
No dejó de llamar la atención la ausencia en la sesión de tres legisladores peronistas. Tanto el ullunero Leopoldo Soler, como Gabriel Escudero y la sanmartiniana Marta Gramajo pegaron el faltazo. No se supo cuáles fueron las razones de sus ausencias, pero lo que sí se puede afirmar es que su presencia hubiera puesto al peronismo en una situación mucho más competitiva a la hora de la votación, peleando voto a voto y alcanzando quizás un 18-17 y no a 14 como terminó sucediendo.
Hay quienes dentro de la Cámara de Diputados dicen que los ausentes tienen que ver con otro acuerdo: un intercambio de gentilezas entre oficialismo y oposición en la previa a la designación de 21 cargos en la Justicia.
La lupa también estuvo puesta en el calingastino Jorge Castañeda, peronista que acompañó tanto el RIGI como la disolución del contrato con la UTE a cargo del dique El Tambolar. Pero en esta ocasión, no apoyó la medida de cuna libertaria.
Tras la alianza conseguida en el seno interno del justicialismo, se pudo ver nuevamente al uñaquismo y al giojismo votando en sintonía. Si bien puede parecer una obviedad, a principios de año ambos bloques eligieron caminos distintos en varias sesiones, incluso, en aquellas donde se votaron designaciones en organismos dependientes del Ejecutivo.
Orrego logró consolidar una nueva mayoría en Diputados, con tres votaciones complejas al hilo. Ahora se viene la definición de nuevos cargos en la Justicia como así también la creación de 80 puestos de trabajo para el Ministerio Público Fiscal.
Dos perlitas
-Se aprobó el proyecto de declaración de repudio a la visita a represores condenados por parte de legisladores nacionales. El peronismo consiguió el apoyo de Juntos por el Cambio, que en un principio evaluó la abstención. Es la primera votación en temas picantes que une al peronismo con el orreguismo. El único que se abstuvo fue Fernando Patinella, de la Libertad Avanza.
-El diputado Juan de la Cruz Córdoba, de Producción y Trabajo, se dirigió a algunos legisladores peronistas y les dijo que no ayudaba al buen clima que trataran al resto de los diputados como “indignos, locos, que no tenemos los pantalones puestos o peor, que nos manden a estudiar un tema”. “Si es su estilo, yo no lo acepto”, cerró.