Este domingo, el líder del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, retornó a la presidencia de Brasil tras un reñido balotaje ante el actual jefe de Estado, Jair Bolsonaro, el Partido Liberal. El representante de la izquierda brasileña obtuvo un 50,83% de los apoyos y adelantó por algo más de punto y medio a su contrincante, con un 49,17%. Fue una segunda vuelta histórica por la escasa diferencia. Un experto sanjuanino, el consultor Maximiliano Aguiar, explicó cuáles son las claves del triunfo de Lula y por qué le será complicado proponer una agenda de gobierno.
El primer dato saliente de la jornada electoral brasileña es que nuevamente ganó la oposición. "En diez de las últimas once elecciones en Latinoamérica ganó la oposición. De las diez, seis las ganó la izquierda", señaló Aguiar. Le sumó un condimento: "Es llamativa la poca cantidad de votos" que se sumaron en relación a la primera vuelta. "Ganó más puntos Bolsonaro. Lula sumó nada más que dos". Para el sanjuanino, los comicios tuvieron "tintes complejos en una sociedad hiperpolarizada".
Además, razonó que será difícil para presidente electo proponer y consensuar sus políticas públicas porque la legislatura "está volcada a la derecha". De hecho, Bolsonaro tiene la bancada más grande tanto en el Senado como en Diputados. A lo que se agrega un aspecto interno de la propia coalición que encabezó el PT: el candidato a vicepresidente es el ex gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, referente del Partido de la Social Democracia (PSDB), de centro derecha. Es decir, aunque externamente parece que ganó la izquierda, en realidad, no se trata de ideologías, sino de una mixtura entre "fuerzas institucionales con partidos tradicionales" para combatir a "fuerzas menos institucionales y de menor historia como el PL de Bolsonaro".
Sobre el rumbo del gobierno que conformará Lula, Aguiar "no es optimista". Justamente, por la minoría legislativa y la naturaleza misma de la alianza que conformó para ganar, en la que unió a acérrimos rivales.
En cuanto al "efecto contagio" del resultado brasileño en la Argentina, el sanjuanino dijo que habrá "una incidencia mínima o nula". No obstante, resaltó que "es cómodo tener a un vecino estratégico que no esté enfrentado permanentemente". Y advirtió que los cambios en política comercial "no serán demasiado grandes". Esto se debe a la fortaleza del Palacio de Planalto, "que es una estructura prácticamente independiente del presidente" que tiene el objetivo de "la inserción de Brasil a nivel internacional más allá de los vaivenes políticos".
Finalmente, Aguiar dejó una pregunta respecto al proceso electoral en el país limítrofe. "Cómo un gobierno como el de Bolsonaro con un bajo nivel de popularidad puede tener tamaña performance electoral", interrogó. Sin duda, dijo uno de los factores es el rechazo del actual mandatario a las encuestas. Un actitud de copiar sus seguidores. "Los militantes evitaban responder", apuntó, "por eso no fueron contabilizados los votos". Sin embargo, dejó abierta la pregunta para el análisis.