Las investigaciones en torno a Revolución Federal, el violento grupo involucrado en escraches contra el gobierno, y al que se habrían “afiliado” Fernando Sabag Montiel y Branda Uliarte, apuntan ahora contra Nicolás Caputo, a quién Mauricio Macri definió como su “hermano del alma”, un poderoso empresario de, entre otras cosas, la distribución de energía.
Para tomarle el pulso a Revolución Federal, se pueden recordar los audios y mensajes que intercambiaban entre sus integrantes, en los que el líder de la organización, Jonathan Morel señaló, refiriéndose al kirchnerismo: "hay que prender fuego y matarlos a todos".
La investigación está analizando las transferencias millonarias de dinero desde el grupo empresarial de Caputo, hacia el vocero del grupo, Morel, informó El Destape.
Los fondos habrían sido girados con destino de un pequeño comercio que posee, una carpintería artesanal con cuatro empleados.
Concretamente, Jonathan Morel, fundador de Revolución Federal, dice haber recibido 1.760.000 pesos del Grupo Caputo. Desde el entorno del empresario Nicolás Caputo lo niegan.
“Yo realicé un trabajo para un fideicomiso. No tenía forma de saber quién estaba detrás”, dijo Morel a un diario porteño.
“Cuando estaba en Neuquén me enteré de que se trataba de Caputo y después se lo dije a mi socio”, agregó.
“Yo estoy tranquilo, pero sabía que esto iba a surgir. Te cuadra por todos lados, pero son casualidades. Si hubiera querido hacer algo, no habría sido tan burdo”, alertó.
Esta línea investigativa quizá termine dando cuenta de cómo se financió durante todo este tiempo el grupo de odio. Entre otras cosas, se rescataron mensajes en los que se veía la intención de Uliarte y Sabag Montiel de alquilar un departamento en Recoleta, cerca de la casa de Cristina Kirchner, con dinero que, al decir de la joven, “ya sé dónde conseguir”.
Entre otros ataques en los que se probó la mano de Revolución Federal están los escraches a Sergio Massa, Juan Grabois y Pablo Echarri. Además fue el espacio que llegó hasta la Casa Rosada con piedras y antorchas el 18 de agosto, movida de la que participó personalmente Brenda Uliarte.
En una entrevista con NET TV, el hombre que habría recibido el dinero de Nicolás Caputo reconoció haber dicho que "con la política y la legalidad no se puede hacer nada, por lo cual hay que organizarnos para prender fuego el país y matarlos a todos", frase contundente a la que, increíblemente, le quiso después bajar el tono.
"Eso fue en Twitter Spaces. Yo no podría matar a nadie, pero eso fue en un momento de enojo, son conversaciones más privadas. Uno abre ese espacio cuando hay un quilombo. Por ejemplo, el space que titulé Amor en Recoleta, el día que Alberto Fernández salió a hablar en TN y no dijo nada de qué hacer con la pobreza o la inseguridad y sólo habló de Cristina, yo estaba indignadísimo. Seguro en ese momento habré dicho barbaridades sobre él, pero fue lo que en su momento generó un tipo cínico y soberbio", señaló.
Otro de los referentes de Revolución Federal es Leonardo Sosa, quien saludó a los políticos que no reconocieron el ataque a Cristina Kirchner como un atentado: “No me defraudaron y se le pararon de manos al discurso victimista K, los felicito a los dos @JMilei y @jlespert”, escribió en sus redes sociales.
Otro tuit de Sosa que se pudo rescatar, fechado el 2 de setiembre, un día después del intento de magnicidio, dice: “Bullrich 2023 más que nunca”.
Sosa también aparece ubicado el 28 de agosto en la casa de la vecina de Cristina, Ximena Tezano Pintos, junto a la abogada Gladys Egui, apenas un piso arriba del departamento de Cristina Kirchner.