En tiempos de discursos de odio, alumnos de un colegio confesional de Olavarría, provincia de Buenos Aires, aportaron su granito de arena.
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SUSCRIBITEEn tiempos de discursos de odio, alumnos de un colegio confesional de Olavarría, provincia de Buenos Aires, aportaron su granito de arena.
Con una presentación “teatral” en la puerta del colegio, al que al que asisten los hijos del intendente PRO, Ezequiel Galli, insultaron a los humildes que reciben planes sociales llamándolos “vagos de mierda” y, de paso, se burlaron de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Contra la vicepresidenta actuó una alumna, parodiándola, y arrojando polenta y cajas de vino al público, que, simulando ser marginados que dependen de la ayuda social, esperaba lo arrojado con carteles que decían “más planes y menos palas”.
La jovencita que hacía las veces de la titular del Senado, mientras tiraba las cosas a la gente recitaba: “Los amo mis planeros y planeras, y que nadie de la oposición se acerque porque los parto en dos como un chorizo mariposa”.
El director de Escuelas de la provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni, levantó la voz sobre el acto de dudoso gusto y escasa sensibilidad: “Ante los hechos ocurridos en una escuela de Olavarría, reiteramos, insistimos, que todas las escuelas tienen la obligación de ser territorios libres de violencia, real o simbólica, de discriminación, de falta de respeto al semejante, donde no tengan lugar los discursos de odio”, tuiteó.
Y agregó: “Lo sostenemos, sea quien sea el destinatario de esa violencia, se trate de una escuela de gestión pública o privada y más allá de cualquier posicionamiento político”.