Dentro de la jugada del orreguismo para las legislativas de este 26 de octubre hay 4 distritos que se la jugaban más que los otros. Son los que tienen desde 2023 intendentes del palo, los que conforman el llamado Eje Libertador (por la famosa avenida), una línea imaginaria de poder que une tres de los cinco departamentos del Gran San Juan, incluyendo la Capital, trofeo si los hay para Orrego, al arrebatársela hace dos años al PJ luego de dominarla por 16 años seguidos.
Así, los resultados para la capitalina Susana Laciar, Sergio Miodowsky de Rivadavia y Juan José Orrego de Santa Lucía quedaban sí o sí en la vidriera. En el conteo provisorio, salvo en Capital, al orreguismo le fue bien en tierra propia. En la cuarta intendencia orreguista, Sarmiento, con Alfredo Castro a la cabeza, también festejaron.
No fue una sorpresa que en Santa Lucía, de donde es oriundo el gobernador y comanda su hermano, el frente orreguista tuvo la mejor cosecha de votos de toda la provincia con 41,49%, superando por casi 16 puntos a los libertarios que salieron segundos con 25,75% en casi un empate técnico con el PJ que terció con un 25,47%.
Para Rivadavia, terruño del primer candidato Fabián Martín, tampoco fue sorpresa que X San Juan triunfara con 38,35% dejando atrás también por amplio margen a los libertarios que salieron segundos con 27,75% y Fuerza San Juan con 25,66%.
Lo que generó cierto revuelo en el bunker de Orrego fue el resultado de Capital, donde se impuso la fuerza violeta con 34,58% y el oficialismo quedó segundo con 31,95%.Fue por poco margen, apenas 2,63% pero lo suficiente para opacar el festejo que se esperaba en un distrito clave.
En el caso de Sarmiento, el orreguismo obtuvo un buen margen de victoria, contabilizando un 36,83%, 5,5 puntos por encima del frente peronista que sacó 31,11%. En el departamento sureño LLA quedó tercero con 22,75%.
Si bien no era un turno de definición municipal sino comicios para definir diputados nacionales, el resultado de las urnas significó mucho más para el oficialismo sanjuanino. El propio Orrego lo definió como un "test". Más allá de la contienda legislativa, la dirigencia de X San Juan dejó claro durante la última campaña que el objetivo final es la expansión territorial total, que el triunfo en 2023 fue solo el inicio, y que este 2025 serviría para ratificar -o no- la continuidad al proyecto.
Por eso, ganar en estas 4 comunas que son bastiones orreguistas era indispensable para sostener el discurso del éxito y que sirva de trampolín para encarar con ventaja el 2027, cuando se elegirá de nuevo gobernador, intendentes, diputados provinciales y concejales. En un claro mensaje a la militancia y al electorado, Orrego aseguró días atrás que con los resultados de este domingo no termina nada sino que comienza otro proceso, apuntando a desbancar al peronismo en los 15 departamentos restantes.
Los intendentes orreguistas, en el trabajo proselitista previo, supieron acompañar con altura y entusiasmo a su líder y a los candidatos Martín, Palma y hasta a Rizo, referente del recién incorporado Partido Bloquista al espacio. Acompañar en una campaña que fue corta y ciertamente aburrida de tan civilizada que se dio, sin sobresaltos ni afrentas más que unos cruces al final que pasaron sin pena ni gloria, en la que pareció primar un pacto de no agresión y, en general, cada uno destacó lo suyo.
En el caso de Miodowsky y el intendente Orrego, hasta oficiaron de coordinadores de las actividades, centradas básicamente en caminatas por los barrios de toda la provincia que encabezó el propio gobernador todos vestidos con la remera naranja.
En otro repaso de números del escrutinio provisorio, la mayoría de los alfiles orreguistas departamentales logró mantener el caudal de votos de hace dos años e incluso superarlo, aclarando que lo que estaba en juego era un cargo territorial y ahora no, y que se votó con un sistema totalmente diferente como es la ley de lemas. Para Laciar en 2023 fueron 12.008 votos los que obtuvo para intendenta y ahora su espacio sacó 20.701; para Miodowsky fueron antes 11.147 y ahora 20.557; para Kanky Orrego fueron 15.819 antes y ahora 13.239 y Castro sacó 4.955 en 2023 y ahora 5.093.
Además de sumar porotos para el conteo general de X San Juan, la cosecha de votos no pasa desapercibida para la esfera personal de cada uno de los caciques comunales. Se juegan el envión hacia el 2027, el que necesita el primer mandatario para consolidar su gobierno por cuatro años más, pero también el que necesitan ellos, en caso de que quieran renovar en sus sillones.
Laciar y Miodowsky pueden jugar por la reelección. Ninguno lo ha dicho en voz alta, ni siquiera sugerido, pero es una gran posibilidad que busquen repetir, incluso para ella que se mostró sorprendida al ganar en 2023 cuando estaba en la tranquilidad de la diputación nacional. Está por verse en dos años más si quieren seguir, como también Castro, cara nueva en la política y que recuerda bien que de empresario de Los Berros pasó a intendente dando el batacazo en la comuna sureña que estaba en manos del uñaquismo.
Distinto es el caso de Kanky, cacique en la tierra donde pisa más fuerte el orreguismo y se vio en el apoyo a la "marea naranja" que expresaron los santaluceños. No puede capitalizar el éxito de la lista X San Juan en pos de un proyecto para renovar su cargo a futuro, porque ya agotó sus dos períodos y tendrá que aspirar a otro lugar en el '27.
Este año su nombre fue uno de los más estridentes cuando se barajaron opciones para los tres de la lista al Congreso, y al final, por razones que no se han develado y quizá no se sepan nunca, se quedó en su querida Santa Lucía. Hay en su espacio quienes ya lo ven como candidato a vice de su hermano mayor, quizá como una expresión de deseo más que como una alternativa real en análisis. Otros lo ven finalmente jugando para diputado nacional para engrosar las filas del orreguismo en terreno legislativo. Todo puede ser en dos años más, incluso pese a que no todo el mapa sanjuanino se haya pintado de naranja como buscaba Orrego.