La Universidad Nacional de San Juan (Unsj) tuvo una semana de alta intensidad política en la previa al debate por la destitución del decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Rodolfo Bloch, acusado por acoso sexual, laboral y psicológica hacia una funcionaria. El corporativismo triunfó. El Consejo Superior no convalidó que el pedido de la desvinculación del cargo pase al terreno de la Asamblea Universitaria, máximo cuerpo de decisiones, el único que podía echar al titular de la unidad académica. La clave: los decanos optaron por abstenerse.
Este jueves, en un sesión que tuvo poco de secreta, el decano Bloch zafó de la destitución gracias al voto de sus pares. En rigor, los consejeros superiores apoyaron mayoritariamente la desvinculación del acusado. Hubo diecinueve votos afirmativos -nueve de los estudiantes-, apenas seis en contra, y trece abstenciones, con los jefes de las facultades a la cabeza. De manera que no se consiguieron los dos tercios (veintiseis) del total del cuerpo que tiene representantes de los cuatros sectores del cogobierno universitario.
"La mayoría entendió que había que dar pie a la destitución, pero los decanos no se animaron a votar en contra de uno propio a meses de las elecciones", razonaron las fuentes universitarias. Hubo mucha rosca en la semana. Bloch envió mensajes de texto a los consejeros con parte de la documentación probatoria que lo daba por inocente. Levantó el telefóno la cantidad de veces necesarias para hablar con el resto de los decanos. El secretario de Bienestar, Lucas Molina, jugó fuerte en contra. Convocó a reuniones y pidió la asistencia para garantizar los dos tercios en las bancas.
Desde febrero, Bloch estaba a tiro del despido. La parte instructora sumariante determinó que Bloch efectivamente generó un clima de acoso laboral y sexual. Agregó que también ejerció intimidaciones a la denunciante. Por eso, solicitó una medida inédita: echar al decano. Bloch tuvo la oportunidad de defenderse. La primera vez lo hizo de manera errática. Había dicho que la denuncia misma era una movida política que tendía a perjudicar su imagen y potencial electoral.
En los meses sucesivos, se dedicó a obrar de una manera diferente. Fuentes calificadas dijeron a este diario, en ese momento, que Bloch dilataba el sumario con presentaciones administrativas. "Presenta una prueba cada tanto", informaron. Eso significa que la instructora sumariante tiene que ver y rever cada nuevo aporte que hace el decano. Es un paso para adelante y otro para atrás. Una estrategia para retrasar la investigación.
Recientemente, ni bien el rector Tadeo Berenguer tuvo en sus manos el informe final de la causa, giró el documento al Consejo Superior para la discusión. En el interín, Bloch continuó siendo la imagen de la universidad. Tuvo una licencia zon goce de sueldo por noventa días y después se reincorporó. El 10 de junio estuvo en Rawson, junto al rector y al intendente del departamento Carlos Munisaga, en la inauguración del Centro de Vinculación Universitario. Antes, el 14 de mayo, presentó la Memoria Institucional 2023-2024 de la Facultad de Ciencias Exactas en el Rectorado, acompañado por Berenguer y el director General de Asuntos Legales de la UNSJ, José Luis Miolano.