En Caucete la transición entre el saliente intendente Julián Gil y la funcionaria electa Romina Rosas no se está dando de la mejor manera. Aquel 2 de junio fue un baldazo de agua fría a la gestión del actual intendente, que al día siguiente ya se vio envuelto en la polémica por haberle retirado los fondos a los comedores que dependían del municipio. Y así como les quitó las ollas y los insumos a las organizaciones sociales que trabajan en las zonas carenciadas del departamento, a los pocos días salieron a la luz una serie de gastos polémicos en obras y proyectos, la constitución de una pyme familiar como eje del funcionariado, la faena trucha en el matadero, ataques represivos permanentes contra el lado opositor y pasada de factura a los votantes de Rosas, contratos de funcionarios que quedaron efectivos y empleados que no van a trabajar y cobran un programa de inserción. Un estilo radicalizando en el aislamiento y la falta de diálogo con Rosas para hacer una transición ordenada. Con los medios ni hablar.
Fue recién la semana pasada cuando ambos se vieron las caras y esta vez la preocupación fue para la intendenta electa que asume el próximo 10 de diciembre. Porque el actual jefe comunal, Julián Gil, le confesó que no sabe si va a poder pagar los sueldos de noviembre a los empleados municipales y que, al parecer, tampoco le dejará recursos para el aguinaldo. Fue en Paren las Rotativas que la funcionaria dio detalles de aquella reunión. “Se está dando el dialogo entre los viejos y nuevos funcionarios, pero no deja de preocuparnos el gasto de sueldos. Tanto de gente de planta como de programas PIL (Programas de Inserción Laboral). Porque en ese momento desde la gestión de Gil no cuentan con los recursos para poder pagar el sueldo de noviembre. Esta situación ya la veníamos hablando en el consejo deliberante, porque se le venía pagando un poco más atrasado a todos por igual” sostuvo preocupada.
Además, la funcionaria afirmó que “Gil siempre encontró alguna excusa, y todo esto es parte de la mala gestión que se viene dando desde el inicio y que por supuesto hasta el día de hoy se sigue gastando en cuestiones que no son importantes para los cauceteros”. En detalle dijo que “es un poco de todo en la mala administración. Alquiler de maquinaria, de colectivos, contratos de gente que no va a trabajar, móviles comunales que están parados, y otras irregularidades que no se han podido solucionar. La plata que tenemos los municipios es siempre agotada por eso es importante saber administrar, en este caso eso no pasó” afirmó.
De todas maneras, la intendenta electa se mostró esperanzada en darle su apoyo a Gil. “Esperemos que Gil pueda revertir esto porque si no el mes de diciembre va a ser muy complicado. La situación del municipio es realmente crítica, cuando asumamos vamos a tener que trabajar en ordenarnos internamente porque se están dando muchísimas irregularidades, como por ejemplo no hay un registro claro de los programas PIL, sabemos que muchos los están cobrando, pero no están trabajando” afirmó.