Cuatro denuncias pusieron al descubierto a un empleado de la morgue del Hospital Marcial Quiroga que dictaba una supuesta tecnicatura en manipulación de cadáveres, que cobraba por dicho curso y que no tenía ningún aval oficial para esa actividad. Los estudiantes que recurrieron a la Justicia afirmaron que el hombre se presentaba como egresado y docente de la Universidad Católica de Cuyo, algo que tampoco era cierto. También tenían prácticas en el hospital, sin contar con autorización de los directivos.
Daniel Gustavo Algarilla, que posee el título de técnico eviscerador, se encuentra complicado. Si bien el caso no trascendió en su momento, el 30 de diciembre último el fiscal Guillermo Heredia formalizó la causa penal contra el empleado de la morgue del Hospital Marcial Quiroga y le atribuyó el delito de estafas reiteradas, cuatro hechos. El juez interviniente dio por abierta la investigación contra este hombre y resolvió que continúe en libertad.
Algarilla 1.png
Así promocionaba la carrera.
Algarilla ya había tenido problemas en el Hospital Marcial Quiroga. En 2017 descubrieron que hacía trabajos particulares de embalsamamiento dentro de la morgue y a escondidas de las autoridades del nosocomio, contó una fuente judicial. Eso le valió un sumario administrativo y una sanción de 10 días de suspensión.
Ahora nuevamente lo tienen en la mira y es por esas cuatro denuncias que realizaron en su contra en octubre último en la UFI Delitos Informáticos y estafas. Las supuestas damnificadas son cuatro jóvenes que aseguraron que fueron engañadas por Algarilla, quien desde el 2022 empezó a dictar la supuesta carrera de “Tecnicatura de Evisceración y Morgue” en el Instituto Christine, en el centro Capitalino. El curso supuestamente consistía en preparar profesionales en la manipulación de cadáveres y sus vísceras, y auxiliares de médicos forenses.
En ese entonces empezaron a pagar 5 mil pesos por mes y el empleado de la morgue les prometía que con ese título iban a poder trabajar en Salud Pública o en el Poder Judicial de San Juan. Él aseguraba que había egresado de la Universidad Católica de Cuyo, que era docente de esa casa de estudios y que la carrera que dirigía contaba con el aval del Ministerio de Educación.
En 2023, la tecnicatura pasó a dictarse en el Centro de Capacitación Eleva, en Trinidad, y durante el 2024 las clases se impartían en el local de una lomoteca de calle Mendoza –también Trinidad-, como parte del “Instituto de Capacitación Algarilla”, de acuerdo a la exposición fiscal. En esos meses la cuota ya era de 30 mil pesos mensuales.
Los alumnos comenzaron a desconfiar de Algarilla porque él daba todas las materias y no exhibía el plan de estudios, dijeron. Por otro lado, los llevaba a hacer las prácticas a la morgue del Hospital Marcial Quiroga casi a escondidas y les pedía que para ingresar mintieran ante los guardias de seguridad diciéndoles que eran estudiantes de la carrera de medicina de la Universidad Nacional de Cuyo.
Los ahora denunciantes hicieron averiguaciones por sus propios medios y confirmaron que el Ministerio de Educación no conocía sobre la existencia la carrera de “Tecnicatura de Evisceración y Morgue”. En la Universidad Católica de Cuyo desmintieron que Algarilla fuera egresado de esa institución y menos docente.
La causa que ahora es investigada por el fiscal Heredia confirmó estos datos. Constató que Daniel Gustavo Algarilla tiene el título de Técnico Eviscerador, extendido en 2008 por el Centro de Especialización Laboral de la Universidad Nacional de Rosario, pero no cuenta con habilitación docente y tampoco con autorización oficial para dictar esa carrera. En otras palabras, estaba sacando dinero a los jóvenes por el dictado de una tecnicatura inexistente y sin aval del Ministerio de Educación.
Fuentes oficiales señalaron que, pese a que el hombre fue imputado y se le impusieron medidas coercitivas, continúa promocionando la carrera y parece que pretende continuar con el dictado de clases. Además, su local ubicado en el subsuelo de una galería de la Peatonal Rivadavia sigue abierto, señalaron.