Un episodio que generó conmoción y revuelo se vivió este jueves en el Colegio San Agustín, situado en Rivadavia, cuando se dio aviso a la policía de que un alumno de tercer grado había llevado un arma de fuego a clases. Frente al hecho, que tuvo lugar el jueves por la tarde, las autoridades de la institución dieron aviso a la Comisaría 13°, que intervino en el acto.
Tras la reacción del personal docente, efectivos policiales de la jurisdicción se hicieron presentes en el establecimiento educativo y constataron que el objeto en cuestión era una réplica averiada de una pistola 9 mm, no apta para el disparo. Sin embargo, el descubrimiento del elemento en manos del menor resultó una tensa situación que mantuvo a todos en vilo.
La noticia no tardó en circular entre los padres del curso, generando una ola de preocupación en los grupos de WhatsApp de la sala, como así también de otros cursos. El antecedente reciente del caso en La Paz, en Mendoza -donde una adolescente se atrincheró en una escuela con un arma real- encendió las alarmas entre familias y docentes.
Según un comunicado interno de la escuela, que luego se filtró por redes sociales, fue la docente del grado quien informó a la vicedirectora que un alumno tenía un arma en su mochila. El niño explicó que no fue su intención llevarla y que habría sido su hermana quien la colocó allí.
“El arma es retirada por la docente y dejada en Dirección. Desde allí se informa a la familia del alumno y, ya por la tarde, se da aviso a la Comisaría 13°, cuyos efectivos se presentan en la institución, constatan que se trata de un arma de juguete y proceden según protocolo”, detalla el escrito institucional.
Asimismo, se informó que ni el sistema acusatorio ni el juzgado de menores intervinieron por tratarse de un objeto sin capacidad ofensiva. Sin embargo, los efectivos procedieron al secuestro del elemento y a seguir un procedimiento interno.
La madre del niño involucrado también se expresó a través del grupo de WhatsApp de padres, donde reconoció que su hijo llevó “el arma”, aunque aclaró que “no funcionaba, estaba rota y atada con alambre”. “Como mamá y familia comprendemos el enorme susto. Por eso, desde lo más profundo de nuestro corazón, como papás, les pedimos mil disculpas”, expresó.
No obstante, el mensaje lejos de disipar las dudas, generó más preguntas sobre la naturaleza real del arma. Uno de los padres acudió personalmente a la comisaría y aseguró que allí le informaron que se trataba de una réplica de una pistola 9 mm, lo que encendió aún más la inquietud sobre cómo un niño pudo acceder a un objeto de ese tipo.
El colegio, por su parte, invitó a las familias a acercarse a la Comisaría 13° para recibir información directa sobre el hecho y llevó tranquilidad asegurando que se actuó conforme a los protocolos establecidos.