Un joven pasó 5 meses preso por una pelea con sus vecinos, pero llegado el juicio lo liberaron. Lo acusaban de amenazar de muerte a esas otras personas y, como tenía una condena en suspenso, terminó entre rejas y al borde de recibir otro castigo que le aseguraba la estadía por un largo tiempo en el penal de Chimbas. Sin embargo, se comprobó que no había pruebas suficientes para condenarlo.
Luciano Martín Aguirres respiró aliviado el miércoles último cuando la jueza Carolina Parra, del Segundo Juzgado Correccional, leyó su veredicto y lo absolvió del delito de amenaza. Con esto, el joven recuperó su libertad y se retiró en compañía de su defensor, el abogado Claudio Vera, quién había alegado su inocencia.
Aguirres, que reside en Villa San Damián en Rawson, tampoco es un santo. El joven carga con una condena de 3 años de prisión en suspenso por delitos contra la propiedad. Como esa pena era condicional, él estaba en libertad al momento del incidente. Ahora bien, si lo condenaban por esta segunda causa, lo mandaban a purgar la pena al Servicio Penitenciario Provincial.
Este último hecho sucedió la noche del 27 de último en el Loteo Luna, en Pocito. Luciano Aguirres estaba junto a Emanuel Bravo y dos chicas en la puerta de una casa de ese barrio. Ahí fue que unos vecinos salieron y les pidieron que se fueran en razón de que supuestamente estaban consumiendo estupefacientes en la vereda, según la denuncia.
Eso desató la discusión. Los integrantes de esa familia vecina aseguraron que Bravo y Aguirres los insultaron y los amenazaron. Que el primero dijo que los mataría y les prendería fuego la casa, mientras que el segundo de los jóvenes aseguró que los “abriría” con un cuchillo. También denunciaron que arrojaron piedras a su domicilio.
Minutos más tarde alguien llamó a la Policía y detuvieron a Bravo y Aguirres, que quedaron acusados del delito de amenaza. En el caso de este último, no fue excarcelado y pasó 5 cinco meses detenido hasta el juicio, realizado esta semana en el Segundo Juzgado Correccional. El otro llegó en libertad al debate.
La defensa sostuvo que la discusión y pelea existió, pero no llegaron a las amenazas de muerte. La fiscal del caso coincidió con que se había acreditado la existencia de un delito y no formuló acusación. A lo sumo, estaban frente a una causa contravencional, explicaron fuentes del caso. Fue así que finalmente la jueza Parra dictó la absolución y Aguirre salió en libertad tras cinco meses de detención.