Miguel Ángel Palma, en medio de una reunión familiar en su casa de Rawson. En las afueras, los padres de Cristina Olivares, la mujer a la que mató de 163 puñaladas, expresando su repudio y dolor por la disposición judicial. Y en el interior de un auto que salía del domicilio, familiares del femicida burlándose de los padres de la víctima. Eso es lo que ocurrió este jueves en una vivienda de calle Mendoza, a donde llegó el sujeto que asesinó brutalmente a su esposa en 2012 para visitar a sus progenitores, tras un permiso especial de la Justicia.
Palma, condenado a prisión perpetua por el femicidio de Cristina Olivares (también están condenadas Rosa Videla, su amante, y Noelia Corvalan), estuvo alrededor de tres horas en la casa de sus padres. Según la Justicia, hace dos años que no los veía por la pandemia, ya que ellos sufren de diferentes patologías en su salud y no pueden ir al Servicio Penitenciario Provincial, y por esta razón se le otorgó un permiso extraordinario para salir de la cárcel.
Ante esta situación, Antonio Olivares y Sandra Rojas, los padres de Cristina, se acercaron a las inmediaciones del domicilio para manifestar su malestar. "Estamos indignados, no puede ser que él ahora esté visitando a la familia. Tiene prisión perpetua y no puede salir del penal, pero está ahí. Yo he tenido que venir del centro disparando porque mi marido está enfermo y está aquí", arrancó diciendo la mujer, indignada por la situación.
"Tengo un dolor y una impotencia grande. Esto es corrupción, sea lo que sea no le puedan salida excepcional. Tiene perpetua, no tiene ningún derecho, ningún beneficio. Y eso de salir es un beneficio. Mi hija está muerta, no la podemos ver. El padre tiene plata. Me genera dolor, ellos están de asado, de fiesta familiar", agregó Antonio Olivares.
Los padres de Cristina Olivares, indignados