El relato de Sandra Rojas, la mamá de Cristina Olivares, la joven víctima de un atroz femicidio ocurrido en 2013, resulta por momentos demoledor y, al mismo tiempo, motivador por el empuje que su figura representa. Su compañero en la lucha por Justicia la dejó sola en el camino y aún así se las arregló para seguir adelante. "Basta de batallas, es tiempo de vivir", asegura.