Juan Ramón Aballay (51), el miembro de la Policía Federal Argentina que en agosto último quedó en la mira por intimidar a tres nenas y un hombre con un arma de fuego en Chimbas, está a punto de ir a juicio. La acusación contra él ya fue presentada y la fiscalía que llevó a cargo la investigación buscará que en el debate oral reciba una condena de 4 años y 2 meses de prisión efectiva.
Todas las pruebas fueron recabadas en estos meses y la fiscal coordinadora Daniela Pringles y la ayudante fiscal Ana Paula Amarfil de UFI Genérica llegaron a la conclusión de que con todo lo recabado, Juan Ramón Aballay fue el autor de este hecho: violación domicilio y amenazas agravadas por el uso de arma en perjuicio de Carlos Ares y violación de domicilio y coacción agravada por el uso de arma en perjuicio de dos niñas, en concurso real.
image.png
Ana Paula Amarfil y Daniela Pringles de UFI Genérica.
Este policía federal fue detenido de manera flagrante el pasado 11 de agosto y fue acusado de diferentes actos que cometió en un complejo de departamentos ubicado en inmediaciones de Tucumán y Porres en Chimbas.
Aballay está en la mira de entrar a la fuerza a la casa de un hombre, identificado como Carlos Ares, y amenazarlo con un arma. Ares cuando declaró ante la Justicia dijo que vio al uniformado de la PFA cargando el arma que llevaba consigo, y que lo apuntó preguntando donde estaba la persona que estaba buscando, a lo que este solo le respondió que vivía al lado.
Aballay ahí fue, pero en ese momento en el departamento había tres nenas de 5, 8 y 13 años. Este agarró a la mayor de las tres, le puso el arma en la cabeza y empezó a amenazarla diciéndole, “Si no me decís dónde está (por el padre) te voy a meter un tiro”,. Las otras dos nenas se escondieron en el baño. Esta menor declaró en entrevista videograbada (Cámara Gesell) y manifestó que el federal la paseó por todo el departamento agarrada del cuello y que le apoyó el arma tanto en la cabeza, como en el estómago.
image.png
Claudio Vera, abogado defensor de Aballay.
Otra prueba que fue clave para los investigadores es la pericia psicológica realizada a Juan Ramón Aballay. Esta habría mostrado indicios suficientes demostrando que el policía tenía ataques violentos cuando las cosas no le salían bien.
Él en la audiencia se defendió y dijo que no le quería hacer daño a nadie, que nunca le apuntó a nadie y que lo hizo porque creía haber visto “algo extraño”. Mirá su declaración en la audiencia de agosto:
Embed - Declaración del policía federal acusado de amenazar con un arma de fuego a tres niñas y un hombre
Todo este evento violento ocurrió tras el hackeo de un celular. El padre de las menores conocía al policía federal por un conocido de un taller y tenían sus números. A este hombre de apellido Berón le hackearon su celular y los desconocidos a través de WhatsApp le empezaron a solicitar dinero a sus contactos. El que respondió enviando $275.000 fue el policía federal. A la hora se dio cuenta de lo que había hecho y en busca de venganza agarró su arma y se dirigió a la casa de Berón creyendo que este lo había estafado. Cuando llegó a la propiedad, Berón no estaba, y solo estaban las niñas. Tras el ataque, la Policía llegó al lugar y detuvo a Aballay de manera flagrante, es decir, en el lugar.